Las comunidades de vecinos, con miedo al frío: "Tenemos que reducir las horas de calefacción porque no podemos pagarlo"
Las comunidades de vecinos temen al frío: la factura del gas comunitario se ha duplicado
El testimonio de Julia: "Vivo con mi hija y mis dos nietas y no tenemos para poner la calefacción"
Los más mayores, los más perjudicados: "Esas personas están pasando frío"
Ahora que finalmente el frío está a la vuelta de la esquina, son muchísimos los hogares en los que se espera con miedo el tan temido día en el que haya que volver a encender la calefacción. La situación de pobreza energética que se vive en miles de hogares se ha convertido en la preocupación principal de muchísimos españoles que no podrán calentar sus hogares si quieren llegar a final de mes.
Es el caso de una comunidad de vecinos de Madrid que cuenta con calefacción central. El presidente de la comunidad ha conectado con 'En boca de todos' para contarnos en primera persona que los vecinos en conjunto han decidido limitar las horas de encendido y reducir los grados de la calefacción para hacer así frente al aumento del coste de la factura.
El problema llega cuando algunos de los vecinos, concretamente los más mayores, se empiezan a quejar del frío que pasan en casa: "Hemos decidido poner menos y más baja la calefacción, pero en esta comunidad hay personas mayores que tienen que estar calientes en sus casas, que tienen que tener cubiertas unas comodidades básicas", explica el presidente.
Debe elegir entre poner la calefacción o arreglar el frigorífico
Pero la situación de esta comunidad de vecinos no es única. Como Julia, miles de españoles sufren verdaderos quebraderos de cabeza para llegar a fin de mes y en muchos casos deben elegir entre poner la calefacción y hacer cosas tan cotidianas como puede ser arreglar un electrodoméstico que se avería.
Julia ha explicado para 'En boca de todos' que este invierno tendrá que reducir el uso de la calefacción al mínimo, y es que esta pensionista vive en un piso en compañía de su hija y sus dos nietas menores de edad, contando únicamente con los 1.300 euros que entre ella y su hija suman al mes: "Mi hija cobra 900 euros y yo 400 euros de pensión, tenemos unos 1.200 euros de gastos fijos, si nos surge un imprevisto como arreglar la nevera no podemos pagarlo, se me está poniendo la comida mala porque no puedo mantenerla".
Julia cuenta que ella y su familia han tenido que acudir a servicios sociales como Cáritas para lograr llegar a fin de mes: "Allí me han dado comida, ahora que llega el frío no podremos poner la calefacción, estamos preparando ya las mantas".