El programa ‘En boca de todos’ cuenta en exclusiva con los testimonios de las víctimas del 'tirador de Tarragona'. El tirador acaba de recibir la eutanasia, siendo el primer preso en España al que se le concede. Eugenio, abrió fuego contra sus compañeros de una empresa de seguridad, el pasado 14 de diciembre del 2021y tras quedar tetrapléjico en su enfrentamiento contra la policía, ha reclamado acabar con su vida y donar sus órganos.
Una de las supervivientes del ‘tirador de Tarragona’, Luisa Rico, se siente “desolada” por la “injusticia” de este caso, “el hecho de permitir a una persona que se conceda su voluntad después de lo que hizo… Creo que esto es … No encuentro la palabra, la verdad”. Sobre el mensaje que se reserva el tirador para dar después de muerto, Luisa Rico explica que lo que intenta es no acordarse de él.
Luisa Rico recibió dos disparos, uno en el brazo y otro en la pierna y pensaba que iba a morir, “cuando le veo donde estaba escondida ya pienso que ahí se va a acabar mi vida”. Además, entre lágrimas relata que “cuando me vio y sonrió. Me disparó. Sentí un dolor terrible y deseé morir”. Los disparos provocaron una rotura en su vejiga, en la cadera y una hemorragia interna.
Después del primer tiro en el brazo, oía los gritos de su compañera y pedía que llamara al 112. Después se escondió debajo de su mesa y decía, “ahí Dios mío”. Su brazo ha quedado bien, “aunque tengo unas pequeñas molestias”, pero el disparo del muslo “tocó el hueso de la cadera, el hueso no se une en todo el tiempo que llevamos de rehabilitación”.
Otro de los supervivientes ha relatado su experiencia, en su caso vio al tirador sin peluca y sin mascarilla y “disparó a bocajarro”. Además, al igual que vivió Luisa Rico, pudo ver como “se reía mientras disparaba”. Después, vio corriendo a su compañera, “con la pierna ensangrentada”.
En su caso, tiene tres impactos de bala “en la zona abdominal y dos en el pecho. Por estos hechos he perdido el bazo, me han tenido que reconstruir el intestino delgado y he perdido visión y oído”. Describe al tirador como una persona complicada y conflictiva, “decía que le teníamos manía. La forma de ser de Eugen era muy impulsiva”.
En la declaración del subinspector ante el juez, detalla que hubo un primer disparo para llamar la atención del tirador, “lo que queríamos era distraerle para acercarnos por detrás”. Ante esto, comenzó a disparar hacia la zona donde venían los disparos, “me sorprendió”.
El jefe negociador pensó que estaba abatido cuando vio a Eugenio agachado, pero “de repente este me disparó, entonces le disparé y le vi caer entre los matorrales. Luego ya solo veía una sombra”.