Después de acudir a un festival de música, un grupo de jóvenes se subió a un autobús de la organización para volver a sus casas, pero lo que no sabían era que iban a vivir un auténtico infierno en su interior. A 40 grados, sin aire acondicionado... y atrapados dentro.
"Esto es para denunciar", aseguraban algunos de los afectados mientras grababan la escena del interior del vehículo. Empapados de sudor, sin casi poder respirar, algunos mareados... estos jóvenes pedían auxilio para poder salir de allí pero el conductor solo les decía que no podía parar.
'En boca de todos' ha podido hablar con Cristina y Marta, dos de las personas que vivieron ese trayecto y han relatado lo que ocurrió en el autobús y quién les auxilió. "Fue un poco angustioso y muy duro", ha explicado una de ellas, "fuimos a la 13.10 del mediodía ya notamos que el aire acondicionado no iba" y "nos dijo el conductor que ya lo sabía y que durante el trayecto ya funcionaría". Pero no fue así.
De hecho nunca llegó a funcionar el aire acondicionado, "al principio nos lo tomamos a risa pero a los 5 minutos teníamos todo el cuerpo lleno de sudor, los cristales empañados...", han contado. Le pidieron al conductor salir pero "no nos hacía caso, la gente empezó a agobiarse, le faltaba el aire, a marearse...".
Los propios afectados fueron los que decidieron llamar a Emergencias y a la empresa de autobuses, pero fue un policía quien les ayudó porque empezaron a dar golpes en las ventanas al verlo y les pararon en una rotonda.