Rusia ya ha reducido el suministro del gas al resto de Europa y los países comienzan a notar los recortes. Desde esta mañana el gaseoducto 'Nord Stream 1', ha dejado de funcionar al 40%, ha pasado a un 20% de potencia. Este efecto ha provocado que la factura de la luz se dispare en todo el continente europeo.
España y Portugal son las dos ciudades europeas que se encuentran dentro de la excepción en este recorte de gas. Somos los que menos vamos a pagar en las próximas horas. Sin embargo, países como Francia o Italia se enfrentan a precios de 650 euros por el megavatio/hora. Allí van a pagar por la luz cuatro veces más que nosotros.
Aunque Europa no pide esta medida para ahorrar consumo a España, siguen habiendo matices y excepciones. España va a reducir el consumo entre un 7 y un 8%. Países como Portugal, Irlanda, Malta e Italia, han pedido excepciones para no tener que reducir su consumo energético en un 15%. De todas formas, el recorte será inicialmente voluntario, pero la Unión Europea podría convertirlo en obligatorio en caso de emergencia energética. Esto pasaría si Moscú decide cortar totalmente el suministro de gas.
Este recorte va a repercutir principalmente en tres sectores: la industria, la administración y los hogares. Con respecto a la industria, el Gobierno plantea poner el foco en el recorte en la química, el textil, el papel y la alimentación. Ya que según ellos, estos son los sectores que más utilizan el gas de manera intensiva para la fabricación de sus productos.