Ayer tuvo lugar una cena en el Palacio Real para dar la bienvenida a los 14 presidentes, 21 primeros ministros y sus acompañantes que disfrutaron de la velada nocturna. "Nunca antes un Palacio ofrece una cena para tantas personas", son las palabras del rey Felipe VI.
Los comensales disfrutaron de un espectacular y abundante menú a cargo del chef Paco Roncero. Fueron trece platos en total, donde se pueden destacar algunos platos como kikos con guacamole, airbag de picaña y merluza con salsa menier, tapioca y huevas de trucha. Además, de un postre muy especial elaborado con espuma de coco, granizado de menta y fruta de la pasión.
La cena inédita del Museo del Prado se celebra este miércoles será un menú a cargo del chef José Andrés. Un menú que el español califica como un homenaje a los cocineros y voluntarios ucranianos que están trabajando en la guerra de Ucrania. "Este menú es un homenaje a todos los 'food fighters', los cocineros y voluntarios que cada día arriesgan sus vidas para cocinar y llevar alimento a personas en zona de guerra", dijo el chef José Andrés para los medios de comunicación. Este menú va a consistir en un mix de ingredientes típicos de la dieta mediterránea española con guiños a la cocina ucraniana.
Al ser una cena de trabajo, los miembros de la cumbre van a cenar en una zona diferente a la de sus acompañantes. En el claustro de los Jerónimos cenarán los mandatarios y en la sala de las Musas, sus acompañantes. Se trata de un anexo en el Museo del Prado.
El general Juan Esteban Verástegui asegura que en las reuniones de la OTAN "no se suele decidir nada". Sino que se decide todo o casi todo, que no esté ya decidido, "en las pausas de café y en las cenas". Además, ha explicado que "es muy importante la capacidad de comunicación de una persona sin intermediarios, es decir, sin que haya un traductor por medio". Según cuenta el general esto es fundamental a la hora de conseguir acuerdos que no se consiguen en las mesas de reuniones. Y que también es muy importante saber hablar inglés.