El rey emérito y Corinna compartieron un "nidito de amor" que ahora es de dominio público. Un lugar muy poco ostentoso, con sofás muy antiguos, sin agua caliente y muy discreto. En este palacio 'low cost' el rey emérito celebraba los cumpleaños del hijo de su querida amiga Corinna.
El palacio de la Angorrilla era el lugar de encuentro entre el rey emérito y Corinna. Según informa 'Ok Diario', esta casa la utilizaba Franco para cazar y la pareja de aristócratas la llama la "casita". Además, la mayor parte del mobiliario de la casa llevaba sin renovarse desde hace mucho tiempo. La alemana siempre aseguró a su entorno que era un lugar muy discreto pero insufrible para vivir.
Los lujos más llamativos eran la piscina hinchable y la barbacoa portátil. Además, el palacio se sitúa a 19km de Zarzuela, por lo que lo que la poca distancia entre residencias facilitaba los encuentros entre el emérito y Corinna.