Las declaraciones de hoy por el juicio del presunto asesino de Álex, el niño de Lardero, se hacen para reconstituir la prueba. Para que los dos menores, que tienen doce años, no tengan que ir a juicio. A estos menores se les ha metido en una sala de Gesell, una habitación con cuatro cristales, que son espejos. Es decir, desde fuera se puede ver a los niños, pero desde dentro los niños no pueden ver a nadie.
Dentro de esa “jaula” está la fiscal y está la jueza con los menores. Y fuera, están los abogados y el “monstruo de Lardero”. En este proceso las partes pueden pasar preguntas por escrito y pueden observar, pero no pueden participar y los niños no son conscientes de lo que está pasando.
“De repente este señor empezó a saludarme sin que yo supiera quién era, así que un día estaba con mis amigos, me acerqué a él y le pregunté si nos conocíamos. Me dijo que sí, que nos conocíamos de vista y luego me preguntó: ¿Quieres venir a mi casa a cuidar de unos pajaritos? Ya eres mayor y tienes fuerza y me ayudas también con la mudanza. Le dije que no. Entonces me preguntó mi nombre y me aseguró que él se llamaba Fran. Sé que eso es mentira porque había escuchado a una diciendo que se llamaba Francisco. Cuando llegué a casa se lo conté a mis padres y ellos avisaron a los demás padres para que advirtieran a sus hijos. Hubo más ocasiones en las que se me acercó”, ha declarado la menor.
Pero no solo eso, al parecer el supuesto asesino también intentó averiguar dónde vivía esta menor. “Una vez se sentó a mi lado en un banco y trató de iniciar una conversación conmigo. Le dije que le iba a preguntar a mi madre si podía hablar con él y él me respondió que me olvidara, que no quería problemas con nadie”, ha dicho la menor. Además, ha añadido: “Otra vez se sentó en un banco detrás de mí y de una amiga mía. Avisé a mi padre, me cogió y nos fuimos a casa. Francisco nos siguió. Vi cómo él se nos adelantó y se escondió para averiguar dónde vivía. Así que decidimos entrar por el garaje en vez de por el portal para que no supiese dónde vivo”.
Pero el relato no queda aquí, sino que la menor aporta más detalles: “Otro día este señor estaba mirando por la ventana de su casa, así que todos los menores le hicimos creer que nos estábamos haciendo un ‘selfie’, pero en realidad le sacamos una foto a él. Se la di a mis padres para que lo reconocieran”.
Al parecer, no es a la única que este señor intentó acercarse, la menor cuenta la experiencia que vivió cuando vio al supuesto asesino acercarse a otra niña: “Otra vez vi cómo se acercaba a una niña de 9 años, le pidió que le acompañara a casa con la excusa de que le iba a dar unos caramelos. El día en que desapareció Alejandro, yo llegué con un amigo a la plaza y vi a unos niños pequeños disfrazados. Estaban jugando. Les dije que sus disfraces eran muy bonitos y originales. Jugamos un rato y luego me senté con mi amigo en un banco de la plaza. Fue entonces cuando vimos a este señor sentado en otro banco. No paraba de mirar a los menores”.
El 28 de octubre de 2021 el municipio de Lardero se tiñó de luto. El pequeño Álex celebrara la fiesta de Halloween con sus amigos en la calle, cuando en un momento de la tarde, la familia pierde de vista al menor y sale desesperada en su búsqueda.
La madre del pequeño llama a emergencias alertando de la desaparición del menor. Media hora después de esta llamada los agentes localizan a un hombre con el cuerpo sin vida de Álex en sus brazos. Se trata de un vecino, Francisco Javier Almeida. El supuesto asesino fue pillado en su domicilio. Minutos antes, el supuesto asesino había convencido al pequeño para que subiera a su casa a ver unos pájaros, allí le asfixia.
El portavoz de la familia Gonzalo Martín, tío de Álex, asegura que toda su familia está sorprendida por la visita del supuesto asesino a la declaración de estos dos menores. “Este psicópata no se ha movido de Logroño”, ha desvelado el portavoz de la familia.
“Este hombre no ha estado vigilado. Ha estado andando por el barrio a su libre albedrío”, ha dicho desolado el tío del pequeño fallecido. “Debería haber estado vigilado las 24 horas del día”, ha reclamado.
Por lo que cuenta el periodista Nacho Abad, la abogada de la familia de Álex ha pedido al juzgado todos los informes de por qué este hombre está en libertad condicional y el juzgado se lo está negando.
Francisco Javier Almeida, 55 años, tiene apodos como ‘Mortadelo’, ‘Pachi’ o ‘El sordo’ por sus problemas para comunicarse. Los psicólogos lo describen como un auténtico depredador sexual. Este hombre ha pasado la mitad de su vida en prisión.
Con 22 años agredió sexualmente a una niña de trece a la que casi estrangula con una cuerda. Por este delito es condenado a siete años de prisión, sin embargo, no cumple la condena completa. En 1998 comete el brutal crimen de la inmobiliaria, acuchilla diecisiete veces a una agente de venta de pisos e intenta violarla mientras agoniza. Por estos delitos le caen treinta años de condena.
Durante su estancia en la cárcel, él mismo pide al juez permanecer en prisión porque considera que es un “peligro para la sociedad”. Pero queda en libertad condicional en abril de 2022. Al ser repudiado por su familia, se muda de Logroño a Lardero, y en menos de dos años después termina con la vida del pequeño Álex.