El chófer del que fue uno de los empresarios más controvertidos de España cuenta que su jefe tenía una manía a la hora de hacer negocios. José María Ruiz-Mateos era una persona muy supersticiosa y siempre tenía en cuenta algo antes de pactar.
Víctor de la Cruz asegura que su jefe siempre preguntaba el signo del zodiaco a las personas con las que iba a hacer negocios y, después, miraba en una tarjeta las compatibilidades con su signo zodiacal.
“Si le daba un signo que no era compatible, la negociación se iba al traste. Un simple saludo y lo mandaba a hacer puñetas”, explica el chófer. “Él era Aries, el más perverso, el más malo y el que menos escrúpulos tiene. Él decía que era algo que estaba equivocado en el horóscopo porque él era buena persona”, añadía el conductor.
José María Ruiz-Mateos tenía muy en cuenta el horóscopo y era muy habitual que se pusiera en contacto con videntes como Rappel, este explica que cada tres meses recibía una llamada del empresario: “A él le daba igual morirse joven o viejo, lo que quería es que no hubiera ninguna desgracia en sus hijos”.