Hay una tendencia actual de culpar a los videojuegos de muchos de los problemas actuales. Además de seguir usando los clásicos clichés manidos, los videojuegos han demostrado que pueden hacer una labor social para ayudar a los jugadores.
Desde casos para combatir uno de los malos más habituales de la sociedad moderna, como es la ansiedad. Hasta su uso en alas de hospitales para hacer más llevadera la estancia de los pacientes hasta que se recuperen. Los videojuegos de muchas maneras han encontrado su hueco para ayudar a las personas. Algunos casos incluso de enfermedades como el síndrome de Asperger, autismo o depresión.