El actor que saltó a la popularidad por su papel de Carlton Banks en El Principe de Bel Air, demandó al juego de Epic games por reproducir su famoso baile en el juego. Pero la Oficina de Derechos de Autor de los Estados Unidos ha aclarado que el movimiento de Carlton no es un trabajo coreográfico, sino una rutina de baile, así que no puede tener protección legal o generar derechos.