"Por culpa del racismo, mi hijo no juega al fútbol". Yayá Touré se ha confesado en una entrevista en el diario francés L'Equipe sobre cómo el racismo en el mundo del fútbol le sigue afectando a nivel personal.
El excentrocampista del Mónaco, Barça y Manchester City, entre otros, ha asegurado que no dejó a su hijo practicar este deporte por culpa de los ataques racistas que se viven en los campos de fútbol. "Soy sensible al respecto porque el racismo me duele a todas horas. Mi hijo quería jugar al fútbol y quería convertirse en futbolista pero le dije: 'No, no puedes hacer esto'. Tengo que aceptarlo".
El jugador marfileño vivió en sus propias carnes episodios racistas en los estadios donde jugó mostrándose partidario de que los futbolistas que se sientan atacados abandonen el terreno de juego. "Los jugadores deben reaccionar, si ellos no toman las medidas, los racistas seguirán existiendo", aclaró.