Por eso, la cadena deportiva Sprinter vuelve a activar la Escuela Sprinter para papás y mamás, y este año ha organizado Talleres Gratuitos sobre 'Educación en el Respeto como herramienta para prevenir y tratar el bullying'. Porque la mejor y única manera de prevenir el acoso escolar es educando a nuestros hijos con respeto, empatía y coherencia.
Estos talleres serán impartidos por la experta en educación respetuosa Tania García de Edurespeta, quien nos indica 6 pautas para evitar que tu hijo o hija haga bullying. Desde casa, podemos marcar la diferencia, está en nuestras manos como padres y madres el enseñarles a nuestros hijos a vivir en el respeto.
6 pautas para evitar que tu hij@ haga bullying
1. Respeta: para que nuestros hijos crezcan sabiendo respetar y siendo respetados, no necesitan nada más que el respeto por parte de aquellos que les guían en sus caminos. Si educas hablándoles con malas formas, mediante insultos, malestares continuos, gritos, desdenes…no sólo vas a conseguir que no se respeten a sí mismos, sino que tampoco van a respetarte ni a ti ni a los demás. Porque el respeto se aprende siendo respetado.
2. Ponte en su lugar, siempre: esta es la regla de oro…EMPATIZAR. Si no nos ponemos en la piel de nuestros hijos, jamás podremos entenderles y jamás podremos valorar qué necesitan, cómo y cuándo. Ponerte en el lugar de tus hijos en cada situación, es, precisamente, no mirar desde los ojos del adulto que eres, sino desde los ojos de tus hijos e hijas. Ellos ven la vida desde otra perspectiva y desde esa misma tendrás que empezar a mirar tú, para que todo esté cohesionado, tranquilo y positivo en tu hogar. Deja de centrarte en ti, y empieza a centrarte en ellos; cuando lo hagas, todo cambiará de color, pero además, de verdad.
3. Conéctate con tus hijos: aplícate en conseguir tener una relación con tus hijos e hijas basada en la igualdad, es decir, en conectarte con ellos, sus necesidades y emociones, sin sentirte superior, sin creer que por el simple hecho de ser su madre/padre eres superior, porque no lo eres. Tus hijos son iguales a ti, personas que avanzan por su vida, que te necesitan para crecer y aprender, personas que sólo sabrán qué es el amor si tú se lo das de manera incondicional. Tu objetivo es fortalecer su personalidad, no derrumbarla.
4. Escucha con interés: no solo hay que escuchar a los hijos cuando están en un buen o mal momento, hay que hacerlo siempre. No obstante, en los momentos difíciles debemos prestarles especial atención. No importa si te parece insignificante, recuerda que lo que para ellos suele ser importante, para nosotros no, es por ello que el saber empatizar con los niños y niñas y ponernos en su lugar es imprescindible. Así que escucha todo lo que tienen que decirte, haz preguntas, muestra interés y ofrece ayuda sin imponer tu visión, sino comprendiendo la suya.
5. No sois enemigos: tus hijos no son villanos, no son personas que generan estrategias y alianzas con el único fin de hacerte la vida imposible. Tus hijos son tus hijos, personas que te necesitan para lograr ser unos adultos realizados no sólo física e intelectualmente, sino, lo más importante: emocionalmente. Porque una persona emocionalmente sana, es capaz de llegar a donde se proponga, de conseguir sueños y cumplir retos, de respetar y ser respetado. Tus hijos NO son tus enemigos, son las personas que más quieres del mundo, poco de enemigos tienen.
6. Utiliza el deporte como vía de comunicación: en el momento en el que empiezas a poner en práctica todas las herramientas anteriores, algo muy positivo y que nos ayuda a unirnos y a conectarnos con nuestros hijos e hijas, es precisamente el realizar deporte con ellos. Actividades que promuevan una relación basada en la comunicación rica y positiva, en la cooperación y el trabajo en equipo… actividades que nos ayuden a trabajar la confianza mutua y que transmite a nuestros hijos valores esenciales para su vida como la humildad, el esfuerzo o el respeto por el rival
¿Quieres aprender más sobre cómo evitar el acoso escolar gracias a la educación en el respeto? Apúntate a los talleres para papás y mamás de la Escuela Sprinter y deja el bullying fuera de juego.