Tanto es así que el deporte es considerado incluso como una herramienta útil para prevenir y tratar el acoso escolar, un tema tan importante como delicado, que preocupa a todos los padres y madres con peques en edad escolar. Por eso, la cadena deportiva ha vuelto a activar su Escuela Sprinter para papás y mamás, con talleres gratuitos sobre educación en el respeto, en el que dan una serie de pautas entre las que se incluye, precisamente, el deporte como vía de comunicación.
Con el regreso al cole a la vuelta de la esquina, Sprinter quiere compartir 3 lecciones de solidaridad y respeto, 3 ejemplos reales en los que, efectivamente, niños y niñas aprendieron grandes lecciones a través del deporte.
Lección 1: Lo importante es disfrutar
El rugby es conocido por ser uno de los deportes más respetuosos que hay, el juego limpio y la nobleza con el contrario, son dos de los valores que mejor representa esta disciplina. Y así lo han demostrado los y las jugadoras infantiles del equipo Marzola Rugby Club Rioja, en un partido disputado contra el Gaztedi Rugby Taleda, en Tolosa (País Vasco), en las categorías sub-10 y sub-12.
Cuando comenzó el partido, el entrenador del Mazorla se percató de que su equipo estaba anotando con mucha facilidad. Normalmente, cuando esto sucede, se intenta equilibrar el nivel de los jugadores para que todos disfruten del juego, puedan participar y pasar un buen rato. Además, en este caso, al comprobar que dos de los rivales que estaban jugando eran un niño y una niña con diversidad funcional, el entrenador aprovechó un parón en el juego para reunir a su equipo y pedirles que dejaran de apretar tanto y que, cuando viesen la ocasión, ayudasen a estos dos rivales a tener la oportunidad de coger el balón y participar en el juego.
Toda una lección de que el respeto por las personas está por encima de cualquier marcador y de que, sobre todo en ligas infantiles, lo importante es participar y que los niños y niñas practiquen y disfruten con el deporte. Así lo recuerda el entrenador en una carta publicada en su blog:
"Una de las veces, la niña cogió el balón, empezó a correr y los nuestros se tiraban a su alrededor como si no lograran placarla. Cuando ensayó hubo una ovación generalizada por parte de todos los que estábamos allí. Hasta quienes estaban viendo el partido desde la terraza de un restaurante, que está justo encima de los campos, comenzaron a aplaudir. A la niña se le veía eufórica de emoción"
Lección 2: Empatía y respeto por el rival
En el mismo hilo que la anterior historia, encontramos el caso de un entrenador del equipo benjamín de la localidad Ayelo de Malferit que dio un ejemplo de solidaridad y, sobre todo, de empatía a sus jugadores.
Dentro de la liga infantil, había inscrito un equipo que llevaba toda la temporada perdiendo con gran diferencia de goles frente a todos sus rivales. Cuando llegó el momento de jugar contra ellos, el entrenador dio una charla ejemplar a sus deportistas, que seguro se llevaron más allá de ese partido:
"Acabo de ver entrar a los niños contra los que vais a jugar hoy, y son más pequeños que vosotros. Son de primer año y no debieran competir con vosotros en esta categoría. Están goleándolos cada semana y querría que os pusierais en su lugar. No quiero que celebréis ningún gol, no los presionéis en su campo, dejadlos que jueguen un poco y que puedan disfrutar de jugar al fútbol. Vamos a ser respetuosos con ellos”.
Los niños comprendieron al instante lo que su entrenador les estaba pidiendo y jugaron con respeto, poniéndose en el lugar del otro y disfrutando del simple hecho de jugar al fútbol. Toda una lección de humildad y actitud deportiva.
Lección 3: No siempre se gana
El tercer ejemplo lo encontramos al otro lado del charco, en uno de los países más futboleros del mundo: Argentina. En este caso, el entrenador da una charla a sus pequeños jugadores en el momento que más necesitan palabras de ánimo y consuelo: después de perder un partido.
En un vídeo publicado en redes sociales, podemos ver cómo el entrenador transmite a sus jugadores que no siempre se gana, que hay que reconocer cuando el equipo contrario lo ha hecho mejor que uno y que, ante todo, hay que reconocer y respetar su victoria:
“Si perdí, voy y saludo. ¿O ellos no nos saludaron allá cuando les ganamos? No clasificamos, ellos son mejores. Cuando a nosotros nos tocó clasificar el año pasado que llegamos a la final, ¿los otros se pusieron a llorar? No. ¿Cuántos partidos perdimos en el año? Bueno, hay que aprender a perder. Cuando te toque perder, ¿qué vas a hacer? ¿vas a insultar durante todo el partido? Se puede perder también, tienes que calmarte, ¿entiendes? Pueden pasar situaciones que no son tan buenas, pero de todas formas tienes que venir a jugar al fútbol y disfrutarlo. Analicemos juntos el partido, ¿ganaron bien o no? ¿Entonces por qué nos enfadamos?"
Como hemos podido comprobar, educar a los niños y niñas en la cultura del respeto es esencial para que adopten actitudes y valores positivos con los que aprenderán a respetar a sus compañeros dentro y fuera de la pista. Si quieres aprender más sobre Educación en el Respeto y el deporte como herramienta para prevenir y tratar el bullying, no dejes de apuntarte a los talleres gratuitos de la Escuela Sprinter.