Takefusa Kubo ha sido el protagonista en la derrota del Mallorca ante el Espanyol, no por nada que haya ocurrido en el terreno de juego sino por una anécdota antes de que entrara al verde.
El jugador cedido por el Real Madrid salía desde el banquillo en la segunda mitad. Uno de los miembros del cuerpo técnico del conjunto balear llamaba su atención rasgándose los ojos como si de un chino se tratase. Un gesto que no ha gustado nada en las redes sociales.