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Le unieron el pie a la rodilla para salvar el movimiento de la pierna tras un cáncer y ahora sueña con ser deportista

cuatro.com 26/01/2018 14:43

Todo empezó en 2014 cuando Tristin Stewart, de County Tyrone (Irlanda del Norte), empezó a sentir fuertes dolores en su pierna derecha. Los médicos pensaron que se trataba de un dolor típico del crecimiento ya que el joven tenía solo 12 años. Sin embargo, los dolores siguieron y en febrero de 2017 recibió la peor noticia. Tras extirparle un bulto de su pierna, le comunicaron que tenía cáncer.

Le diagnosticaron un sarcoma sinovial en su rodilla derecha, un tipo de cáncer que afecta a los tejidos blandos. Los médicos le dieron a elegir entre dos opciones: amputarle la pierna o hacerle una plastia rotacional, es decir, amputarle la parte del hueso afectada por el cáncer y sustituir la articulación de la rodilla por la del tobillo. Una innovadora operación en la que el pie quedaría colocado de manera inversa para conservar el movimiento natural de la rodilla.

Tristin no se lo pensó dos veces. Optó por la segunda opción para intentar cumplir su sueño de ser deportista profesional. “No me importa como quede estéticamente, lo único que quiero es volver a correr algún día”, declaró el joven. La plastia rotacional iba a facilitar el uso de una prótesis y podría volver a andar y correr.

El 7 de junio de 2017 se sometió a la operación, la primera de este tipo realizada en Irlanda del Norte. Todo fue según lo esperado aunque su madre, Mandy, recuerda que se quedó impactada al ver el resultado: “Estábamos nerviosos por saber cómo había quedado. La primera vez que vimos su rodilla fue muy impactante, pero lo único que importa es que salvó a mi hijo y ahora ya nos hemos acostumbrado”.

Estuvo ocho semanas sin poder andar, lo que para él fue la parte más dura de todo el proceso. Después de unos tres meses, Tristin tuvo que aprender a caminar con una prótesis en la que el movimiento de su tobillo sustituye la de la rodilla. Al principio necesitó muletas para mantenerse en pie, pero después de unas semanas empezó a andar sin ningún tipo de ayuda.

Ahora Tristin ya ha empezado a correr. El joven sigue soñando con ser deportista y no va a dejar que un cáncer le aleje de ello.