Harta de ver constantes filtraciones en la prensa del corazón, la mujer de Wayne Rooney, Coleen Rooney, pasó a la acción poniendo una trampa para dar con el presunto topo de sus filtraciones. Coleen, al ver que se publicaban historias privadas que colgaba en su cuenta personal de Instagram sin su permiso y sin su conocimiento, bloqueó a muchos de sus seguidores para que no pudieran ver sus historias de Instagram excepto a una, la de Rebekah Vardy, esposa del delantero inglés Jamie Vardy.
Coleen publicó una serie de historias falsas que también se publicaron en el diario The Sun, por lo que las sospechas iban dirigidas únicamente a Rebekah, aunque ésta última lo niega: “Estoy disgustada por tener que negar esto. Nunca he hablado con nadie sobre ti”.
“Si pensabas que esto estaba sucediendo, podrías habérmelo dicho y habría cambiado mis contraseñas para haber cambiado mis contraseñas. Varias personas han tenido acceso a mi Instagram y sólo esta semana descubrí que estaba siguiendo a personas que no conocía y que nunca había seguido”, continúa Rebekah.
“No necesito dinero, ¿qué ganaría vendiendo tus historias? Me gustas mucho Coleen y estoy muy molesta de que hayas elegido denunciarlo aquí, especialmente cuando estoy embarazada”, zanjó.