Tom Brady es el mejor jugador de la NFL de la historia y celebró su séptima Super Bowl con una fiesta que también pasará a la historia, pero por otros motivos. La leyenda del fútbol americano, que ya tiene siete anillos de campeón, más que cualquier equipo, pagó los efectos del alcohol en la fiesta de equipo en Tampa junto a la afición.
La fiesta de la afición con los jugadores de los Buccanners fue total en Tampa. Las medidas de seguridad para evitar el contagio del coronavirus volvieron a olvidarse y dieron un mal ejemplo. Tom Brady fue el alma de la fiesta y hasta se atrevió a pasar el trofeo de barco a barco a su compañero Rob Gronkowski.
Al final de la fiesta, Brady tuvo que ser acompañado a la salida antes de irse a casa porque no podía mantenerse en pie por el alcohol que había bebido. La leyenda de los Buccanners protagonizó una fiesta de época para su séptimo anillo y para el segundo de los de Tampa.
El californiano, a sus 43 años, demostró las credenciales que le consideran el mejor de la historia de este deporte y, tras llevar a los Patriots a seis trofeos Vince Lombardi, se embarcó en la nave de los 'Bucs', que conquistaron el segundo de su historia tras el de 2003 y se convirtieron en el primer equipo en ganar en su propio estadio tras una demostración defensiva ante una ofensiva de mucho nivel como la de los campeones de la Conferencia Americana.
Además, Brady salió amplio ganador de su duelo con el joven Patrick Mahomes, considerado por muchos el mejor colocado para ser su heredero y que vivió una tortura continua. Con 18 años de diferencia entre ambos, el de San Mateo manejó mejor el partido, gracias también a unos compañeros que le hicieron la vida más fácil tanto en defensa como en ataque para que ganase un séptimo anillo, uno más que Patriots y Steelers, las dos franquicias más laureadas de la NFL.