Chantelle Doyle jamás olvidará la última vez que se fue al agua con su marido. A sus 35 años puede presumir de haber sobrevivido al ataque de un tiburón blanco en una playa australiana. La surfista se encontraba en Port Macquarie (New South Wales) donde recibió el sobresalto de su vida.
La deportista estaba surfeando hasta que “un tiburón me agarró de la pierna y aunque no fue muy doloroso, sí noté mucha presión". Su marido, también surfista, no dudó en acudir a su rescate.
Tras varios minutos de forcejeo con un tiburón de tres metros, su pareja pudo socorrerla. Con su tabla de surf empezó la defensa: “Era la parte de la tabla que estaba fuera del agua, así que empecé a darle puñetazos. Lo único que quieres es que se vaya”.
El surfista asegura que "era como golpear un muro de ladrillos". La defensa dio resultado y el animal dejó de envestir a la joven. El ataque ha dejado consecuencias un año después en el cuerpo de Doyle pero por suerte sigue con vida: “No puedo mover ni sentir mi pierna derecha y me han dicho que tengo que esperar a que mis nervios crezcan para saber qué pasa".