Es su único y gran amor de su vida. Antonella Roccuzzo apenas se ha separado de Messi desde que se conocieron en la infancia. Ha sido, es y será su principal apoyo y, ahora que está pasando uno de sus peores momentos tras tomar la decisión de salir del club de toda su vida, Antonella seguirá estando a su lado incondicionalmente.

Pero aunque se conocieron en su infancia en Rosario, la ciudad natal de Messi y ya estaban enamorados, su relación formal no se produjo hasta 2009 en Barcelona. Messi, en Argentina, solía enviar algún mensaje a Antonella para tomar mates juntos y el primero que se declaró fue el astro argentino. "Fue amor a primera vista", confesó Messi en una entrevista a un canal de televisión americano.

Al marcharse a Barcelona, Messi y Antonella estuvieron un tiempo sin hablarse y, si lo hacían, era a través de carta o vía e-mail porque el teléfono "era carísimo", aseguró el 10. Les costó mantener la relación a distancia hasta que volvieron a reencontrarse. Desde entonces no se han separado y ella es su principal apoyo en los buenos y en los malos momentos.

En la Ciudad Condal han construido una idílica vida juntos formando una familia con tres hijos: Thiago, Mateo y Ciro, todos nacidos en España. Y decidieron casarse en una boda celebrada en Rosario, donde asistieron grandes amigos del FC Barcelona y excompañeros de equipo.

Su vida en Barcelona era feliz. Lo tenían todo. Sus hijos estaban plenamente adaptados al colegio, Antonella tenía también cerca a sus amigas y el clima lo acompañaba todo. Pero Leo se ha cansado. A nivel deportivo no es feliz y su familia le apoya al 100%.

Messi amaba su rutina: "Me levanto, hago el desayuno a los nenes. Con los niños no paramos. Les llevamos a la escuela y los recogemos. Todos tienen cosas que hacer por las tardes, sobre todo con sus amigos. El colegio está muy cerca de casa", aseguraba.

El adiós de Messi a su club de toda la vida será muy doloroso. No sólo para él, por el cariño que le tiene a la ciudad y porque es un ídolo allá donde vaya, sino por su mujer e hijos, que tendrán que acostumbrarse a un radical cambio de vida, de costumbres y de amistades si finalmente acaba en el Manchester City junto a Pep Guardiola.

Thiago y Mateo, además, juegan en las filas inferiores del FC Barcelona y tienen una excelente relación con el hijo de Luis Suárez. Al marcharse también el uruguayo, Messi se ha quedado sin su mejor amigo dentro del vestuario.

La familia dejará una espectacular casa con vistas al mar en el exclusivo suburbio de Castelldefels valorada en 6 millones de euros. Su vivienda, a tan sólo 20 kilómetros del Camp Nou, tiene un pequeño campo de fútbol, una piscina, un gimnasio cubierto y un parque infantil para sus hijos. Pero las increíbles vistas al mar desde su casa no las tendrá en Manchester o en París.