Dentro de las numerosas variantes que existen dentro del mundo del yoga, una de las prácticas más buscadas a la hora de trabajar la relajación es el Yoga Nidra, también conocido como el sueño yóguico.

La palabra yoganidra, en términos sánscritos, significa sueño yóguico, de ahí su nombre; discurre entre el estado de conciencia que deambula entre el sueño y la vigilia.

El Yoga Nidra pretende inducir a una relajación total, tanto física como mental y emocional. El objetivo es alcanzar una relajación profunda, sin dejar de ser conscientes. Los expertos apuntan que una hora practicando Yoga Nidra equivale a un total de cuatro horas de sueño.

Practicando Yoga Nidra, se incide en las tres dimensiones de la mente: consciente, subconsciente e inconsciente. Este estado desvela las impresiones mentales, conocidas somo samskaras, que se guardan en nuestro subconsciente e inconsciente. Básicamente, esta práctica busca alcanzar la purificación mental.

Se denomina como una práctica de pratyahara (introspección) que resulta perfectamente complementaria con otras técnicas de yoga, al destinarse a nuestro despertar espiritual.

Con este tipo de ejercicios de purificación, indagaremos en nuestro interior, siendo plenamente conscientes; tanto con las sensaciones corporales como con el contenido emocional y mental que se va abriendo en nuestra conciencia.

Se puede confundir el Yoga Nidra con la meditación, pero son ligeramente diferentes. Por ejemplo, el Yoga Nidra se practica recostado, mientras que la meditación suele hacerse sentados. También hay diferencias en el estado de conciencia y de atención. Ambas prácticas tienen sus propios beneficios y también son complementarias, por lo que se pueden alternar a lo largo del tiempo.

Entre los beneficios principales del Yoga Nidra, al tratar de encontrar la paz mental, puede ayudarnos a aliviar estados y sensaciones negativas, como el insomnio o el estrés, además de reducir la ansiedad, el dolor crónico o la dependencia de elementos químicos –medicamentos, ansiolíticos-. También se afirma que transforma sentimientos y hábitos negativos, al incidir en sentimientos de paz y calma.

Por tanto, el Yoga Nidra es una práctica adecuada para aquellas personas que padecen mucho estrés o ansiedad derivados del día a día, y que necesitan un respiro para poder continuar. También inclina la balanza a nivel psicofísico, equilibrando la producción de endorfinas, inmunodepresores, noradrenalina y cortisol. Así, fobias, depresión y ansiedad desaparecen más fácilmente.

Quienes practican Yoga Nidra también sienten que, al adentrarse de lleno en sus subconscientes, despiertan recursos latentes o consiguen tener más iniciativa, ya sea a la hora de emprender o de tomar decisiones. Su bienestar mental ayuda a conseguir objetivos personales propuestos, gracias al incremento que proporciona a la autoestima.

No solo proporciona beneficios a la mente, sino también a la musculatura; su profunda relajación ayuda en diversos aspectos, minimizando dolores físicos o fatiga crónica.

La realización de este tipo de yoga es reparador y eficiente. Con la práctica, sus beneficios pueden llegar a multiplicarse, ayudando a fomentar una vida más relajada gracias a las capas de profundidad que ofrece, que nos harán navegar a fondo hacia el interior de nuestra conciencia.