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La Bomba Navarro, el talento más puro del baloncesto español

  • Uno de los grandes del baloncesto español: el histórico 11 del Barcelona y 7 de España

  • Su palmarés es tan impresionante como envidiable

  • Siempre mostró su mejor versión en los momentos más importantes de su carrera

Cuando a un deportista, en caliente, le preguntas acerca de su actuación el día en que roza la perfección y te responde "en días como este me arrepiento de no haber tirado más", no es porque sea un egoísta; es, simplemente, porque es un genio. Quizás este pensamiento lo comparten muchos deportistas, pero el que lo verbalizó públicamente fue Juan Carlos Navarro.

Y es que cuando te apasiona el deporte, lo practicas y lo sigues a diario, te resulta relativamente fácil diferenciar a alguien especial. Se han hecho muchos especiales de Juan Carlos, básicamente porque los merece, y lucha con Pau Gasol en ser el mejor jugador de baloncesto de la historia patria.

Muchos niños habremos dado nuestros primeros pasos en la canasta de casa, como él; habremos sido guiados por amigos o hermanos mayores que nos abrieron el camino, como él; habremos disfrutado del juego tanto como él… Pero es posible que quizás fuera él quien nos haya demostrado cómo nos hubiera gustado ser. Alguien que se adapta a sus circunstancias, un niño especial que es capaz de "inventar" o naturalizar un tiro como 'La Bomba', dándole una personalidad y una ejecución propia; pero no por estética, sino para defenderse atacando.

Un genio que encuentra sus opciones dentro de una jungla de gente más grande, más física, pero no más inteligente, rápida pensando, hábil y talentosa. Él tiene todo eso, dentro y fuera de la cancha. Se le ha llegado a criticar por no llevar una vida "más sana" para que su vida deportiva durase más. Claro que cualquier amante del baloncesto desea que sus elegidos sean eternos, pero lo que tenemos que hacer es, precisamente, lo que nuestro mito le dijo a sus compañeros en la piña de la final de Euroliga de París 2010, antes de salir a cancha: "Disfrutemos de esto porque no sabemos cuándo se volverá a repetir". Ni que decir tiene que la ganó siendo el MVP de la Final Four.

Una carrera de leyenda

No es necesario glosar la lista de premios individuales y colectivos, los récords personales y sus actuaciones, pero es necesario hacer varias excepciones. La primera es la del partido de 2012 contra el Real Madrid en el Palau, en un año muy difícil para la sección de baloncesto del Barcelona. Un Navarro con múltiples problemas físicos, fascitis y todos sus daños colaterales, arrancó una actuación en la que únicamente el primer tiro puso el borrón. Aquel día anotó 33 puntos de todos los colores, distancias, formas y rematando con 2 triples a una pierna, el último en la cara de otro genio, Jaycee Carroll.

La segunda actuación que nunca deberíamos olvidar los apasionados del baloncesto, y no son por orden de importancia si no por memoria, es la de un partido llamado amistoso contra los Lakers en Los Ángeles. Fueron 34 puntos casi sin despeinarse; bueno, puede que se exagere y se despeinara un poco, pero recordó a todo el mundo de lo que era capaz.

Tampoco estuvo mal el día que recibieron a los mismos Lakers en el San Jordi y les ganaron. El fallecido Kobe Bryant no llevó muy bien aquella derrota y puso caras que poco tenían que ver con lo que él concebía como un partido amistoso. Y es que nuestro genio de Sant Feliu solía tomarle bastante bien la medida a Bryant, como lo hizo en la exhibición de la final los Juegos Olímpicos de Londres.

Esta sería otra actuación que hay que recordar y que los aficionados deberían revisar cada vez que se encuentren deprimidos. Una declaración de intenciones es ser Navarro, estar en una final de unos Juegos ante Estados Unidos (quizás con el segundo mejor equipo olímpico de la historia tras el 'Dream Team' de Barcelona 92), encarar a Bryant meter un triple y cobrarle personal y tiro libre adicional. Cuando alguien hace eso en ese escenario es porque se trata de un ser especial. El primer tiempo de ese partido debería servirle para entrar en el 'Hall of Fame' del baloncesto FIBA y NBA.

La historia de 'La Bomba' Navarro

Tampoco se puede olvidar su medalla de oro en el Mundobasket junior de Lisboa. Es cierto que se trataba de una generación que iba a dar muchas alegrías, como aseguraba Pedro Barthe en la mítica retransmisión de TVE, pero es que Navarro ya era uno de los referentes en aquel equipo. Hizo lo que quiso con los sobrevalorados estadounidenses (pocos llegaron a triunfar), con unos cambios de ritmo y una dirección explosiva que hacía indefendibles sus penetraciones a canasta.

Bueno, defendibles con el sistema de caza mayor que aplicaba USA, es decir, estacazo y silbar el 'Puente sobre el río Kwai' de los árbitros… y ni así. España ganó con aquellos jugadores, con nuestro Navarro siendo la figura junto a Raúl López, Pau Gasol, Felipe Reyes... Los juniors de oro.

Es que "el Mito", el eterno 7 de España de baloncesto, el 11 del Palau, le gustaba campar a sus anchas por las pistas de Europa batiendo a cualquier rival. Su "dudoso" físico era suplido siempre con la inteligencia del que vive con el balón en las manos y en la cabeza. Se le escuchó decir que ya de pequeño le gustaba salir en los descansos de los partidos de sus hermanos para que la gente lo viera tirar a canasta: parece que solía meter muchas canastas… pero ya nunca dejó de hacerlo.

En su camino se cruzó otro señor al que el baloncesto español nunca le hará los homenajes suficientes si algún día se retira (algo poco probable): Aíto García Reneses. Aíto vio el potencial de Navarro (y de Ricky Rubio y de tantos otros) y lo puso de escolta en contra de la opinión general, ya que su altura estaba más recomendaba para el puesto de base. Don Aíto hizo un razonamiento básico, pero inteligente: ¿a este chico qué se le da bien, tirar y meter? Pues tendré que hacer que reciba balones para tirar y meter. Tan fácil, tan complicado.