Los años 90 supusieron el primer paso en la transición desde el fútbol castizo que se había visto en España durante los 80 hasta el hiperprofesionalismo que llegó con el siglo XXI. Una década en la que jugaron en la Liga algunos de los mejores futbolistas del mundo, ayudando a que se convirtiera en la competición global que es hoy en día.

Elegir a los mejores futbolistas de toda una década no es fácil, pero hemos querido hacer un repaso por algunos de los mejores jugadores de fútbol de los años 90, peloteros que, por una razón u otra, marcaron una época en el fútbol español. Probablemente no están todos los que son, pero a buen seguro que sí son todos los que están.

Este malagueño llegó al Real Madrid en 1989 y, durante 14 temporadas, fue uno de los pilares del club blanco. Aunque comenzó jugando de mediocentro, fue Jorge Valdano quien lo recolocó en el centro de la defensa, convirtiéndose en uno de los futbolistas que más partidos ha disputado con la camiseta blanca.

Ganó cinco Ligas, tres Champions League y fue uno de los jugadores más importantes de la década, tanto en el Real Madrid como en la Selección, gracias a su calidad y a su carisma dentro y fuera del terreno de juego.

Otro mito viviente del fútbol, pero por razones muy diferentes. Romario era una persona con dos personalidades diametralmente opuestas: un genio dentro del terreno de juego y un terremoto fuera. Sus goles vistiendo la camiseta del Barça o del Valencia eran tan sonados como sus juergas nocturnas. Nunca pudo hacer una cosa sin la otra y pasó a la historia de todos los equipos en los que jugó como un genio de día y de noche.

Uno de los jugadores más elegantes de la historia del fútbol y que desplegaba magia en cada balón que tocaban sus botas. Su calidad incuestionable le llevó a jugar en los mejores equipos del mundo y la liga española tuvo la suerte de disfrutar de su maestría tanto en el Real Madrid como en el Barcelona. Fue uno de los jugadores que utilizaron el puente aéreo en los años 90, una situación que se repitió en varias ocasiones.

Quizás la más sonada fue la del fichaje de Luis Figo por el Real Madrid procedente de un Barça donde era capitán y un auténtico ídolo. Fue el arma de Florentino Pérez para alcanzar la presidencia blanca, a pesar de que el Real Madrid acababa de ganar dos Copas de Europa, la séptima y la octava, tras 32 años de sequía. Figo se convirtió en el fichaje más caro de la historia hasta ese momento (10.000 millones de pesetas, 60 millones de euros al cambio) y para la historia quedará el cochinillo que le tiraron en una de sus visitas de blanco al Nou Camp.

En los años 90 fue uno de los jugadores españoles más carismáticos. Se hizo futbolista en el Sporting de Gijón, de donde dio el salto a la élite fichando por el Real Madrid. Sin embargo, ofreció lo mejor de su carrera en el Barcelona y siempre se declaró aficionado azulgrana, haciendo comentarios sobre su paso por el Bernabéu que no gustaron a los seguidores blancos. Para el recuerdo el codazo que recibió de Mauro Tassotti en los cuartos de final del Mundial 94: el italiano le rompió la nariz, pero el polémico colegiado húngaro Sandor Puhl no quiso ver la acción que hubiera supuesto penalti y expulsión y España cayó eliminada.

Uno de los ejes del Dream Team de Cruyff, un central con una visión de juego extraordinaria y con un golpeo de balón al alcance de muy pocos. Entró en la historia del Barcelona inscribiendo su nombre con letras de oro: suyo fue el gol que daba la primera Copa de Europa al club gracias a un lanzamiento en Wembley inolvidable para todos los aficionados azulgranas.

Uno de los grandes nombres de los años 90, un futbolista precoz que llegó a la Liga con solo 17 años gracias a la confianza de Jorge Valdano y que fue el estandarte del Real Madrid durante una década. Raúl González Blanco heredó el 7 que habían llevado otros mitos en el equipo merengue y no desentonó: ganó seis Ligas, tres Champions League, dos Copas Intercontinentales y muchos otros trofeos antes de jugar sus últimos años como profesional en Alemania, Catar y Estados Unidos. Su 'aguanís' en la Intercontinental del 98 aún perdura en la retina de los aficionados.

José Roberto Gama de Oliveira es uno de los mejores jugadores de la historia del Deportivo. Llegó a la Liga en 1992 después de ser elegido mejor futbolista sudamericano del año y fue, junto a Mauro Silva y Fran, el eje sobre el que se creó el Superdepor de los años 90. Ganó una Copa del Rey con los gallegos, pero no se atrevió a tirar el famoso penalti que hubiera dado a su equipo la Liga del 94 y que, finalmente, falló Djukic ante el Valencia en Riazor.

Quien haya vivido el fútbol del 90 no podrá borrar la sonrisa de su cara al pensar en Finidi George, el nigeriano más andaluz de la historia. Con una planta excepcional y su 1,90 de estatura cabalgaba la banda derecha con autoridad y veía puerta con facilidad. Celebraba cada gol poniéndose un sombrero cordobés que le lanzaban desde la grada y deleitaba con algunos pases de tauromaquia en cada celebración. Un ídolo del Villamarín y que hizo historia en el fútbol español de hace tres décadas.

'Lubo, Lubo'. El grito aún retumba en las gradas de Mestalla. Lubo Penev fue un delantero búlgaro que se convirtió en uno de los referentes del fútbol español de los 90. Su fuerte carácter era una de sus señas de identidad y le ayudaba a pelear en las áreas con los centrales rivales, aunque también le pasara factura ante los árbitros… y dirigentes. Tras su salida del Valencia para fichar por el Atlético de Madrid llegó a pelearse con su expresidente, Francisco Roig, llegando a las manos. También pasó por Celta y Compostela, y fue parte del equipo del doblete del Atlético en el 96. Sin embargo, Penev hizo algo aún más grande que meter goles: superó un cáncer de testículos en 1994 del que se recuperó completamente.

Parece que el Cholo lleva toda la vida en el banquillo del Atlético de Madrid, pero en los 90 fue un ídolo para la afición del Calderón. Aunaba pundonor y clase y se dejaba la piel en cada partido, por lo que era un jugador perfecto para cualquier entrenador. Bilardo lo trajo a España para jugar en el Sevilla, pero dos años después era traspasado al Atlético, donde jugó tres temporadas al máximo nivel. Ganó el doblete del 96, pero dejó una imagen que aún hoy perdura en la retina de los aficionados, clavando los tacos a Julen Guerrero en una jugada en San Mamés.

La lista de los mejores jugadores de los años 90 es interminable y en el tintero quedan nombres históricos como los de Kiko Narváez, Chilavert, Zalazar, Meho Kodro, Gudelj y muchos otros. Futbolistas que ayudaron a forjar lo que hoy es la Liga y que pasaron a la historia de sus respectivos clubes convertidos en ídolos para sus aficiones.