Roman Abramovich está acorralado. Fuera del Chelsea y congelado todos sus movimientos económicos por su relación con la Rusia de Putin. La Premier le tiene apartado e incluso el gobierno británico le ha incautado algunos de sus bienes.
El Chelsea se encuentra en una situación complicada ya que no puede vender entradas, su tienda oficial está cerrada y además no puede hacer movimientos con jugadores. Este escenario les ha llevado a los políticos de gobierno a sacar algo positivo.
Se han planteado por parte del gobierno del Reino Unido utilizar algunas de estas mansiones incautadas para ser centros de acogida para los ucranianos que han salido huyendo de la guerra.
El gobierno británico ha propuesto que muchas de estas casas que han sido interceptadas a oligarcas rusos sean utilizada para estos fines como así lo ha propuesto Michael Gove, miembro del parlamento. Entre las propiedades propuestas está la de Abramovich según ha revelado The Sun que se encuentra a la venta con un precio de 150 millones de libras, uno 180 millones de euros.
Esta casa fue utilizada como embajada rusa y ahora está a la venta. Cuenta con 15 habitaciones y se encuentra en Kensington Palace Gardens. Esta no es la única propiedad de Abramovich que se encuentra en dominio del gobierno británico
Un ático de en un edificio Chelsea Waterfront de 37 pisos, con un valor de 35 millones de euros también ha sido incautada como otra casa adosada de seis plantas en Eaton Square, que adquirió por 33 millones de euros.
Todas estas casas podrían ser usadas como centro de refugiados y se está “explorando la opción” de usar las propiedades de las personas sancionadas para albergar a refugiados ucranianos.
“Quiero explorar una opción que nos permita usar las casas y propiedades de las personas sancionadas con fines humanitarios. Hay un listón legal bastante alto que cruzar y no estamos hablando de una confiscación permanente”, dijo Michael Gove en Sunday Morning de la BBC.
“Pero decimos: ‘usted está sancionado, está apoyando a Putin, esta casa está aquí, no tiene derecho a usarla ni sacar provecho de ella, y más que eso, mientras no la esté usando o sacando provecho, si puede usarlo para ayudar a otros, hagámoslo’”.