Kiko Martínez no pudo hacerse con el título mundial de boxeo en un combate sucio y marcado por las decisiones arbitrales ante el inglés Josh Warrington. El juez Marcus McDonnell dejó sin sanción las continuas acciones antideportivas y agresiones que extralimitaron más allá del boxeo.

El parte médico del combate es demoledor. La lista de lesiones y secuelas narra una fractura de mandíbula, doce puntos de sutura y cabezazos y codazos por todo el cuerpo. Tanto Kiko como Josh necesitaron asistencia médica urgente en el First Direct Arena de Leeds de Reino Unido.

Kiko Martínez, ensangrentado y con las cejas abiertas, luchó hasta el final por la victoria pero acabó cayendo en el séptimo asalto. El español terminó con dos cortes muy profundos en su rostro. En el primer asalto ya tenía la nariz abierta.

En el séptimo asalto, con Warrington desatado, el árbitro detuvo el combate a falta de 48 segundos ante la inferioridad del púgil español, cegado por la sangre que manaba de sus heridas y que llegó a esta velada con un historial de 43 victorias (30 por KO), 10 derrotas y 2 empates.

Kiko Martínez cede así el título mundial que ganó a finales de 2021 cuando ganó por KO técnico en el sexto asalto al británico Kid Galahad en Sheffield (Reino Unido).

Maravilla Martínez fue uno de los primeros boxeadores que quiso apoyar públicamente el trabajo de Kiko Martínez apuntando a la labor arbitral: Orgulloso en extremo de vos. La angustia y bronca por este robo es infinita. Para ganarte tuvo que ser gracias a 100 cabezazos y un referí tan inglés como tu rival. Grande Kiko querido, sos muy grande y JW estando solo no podía ganarte”.

El entrenador de Kiko, Tinín Rodríguez, también apunto al juez: “Boxeamos con reglas diferentes. Kiko hizo un boxeo honrado, y supo rápidamente que su rival tenía carta blanca. No había nada que hacer”: