El Rally Dakar es, probablemente, la competición de motor más exigente del mundo. Un reto que convierte en una verdadera hazaña el simple hecho de cruzar la línea de meta. Algunos elegidos, como Carlos Sainz, incluso han podido ganarlo en tres ocasiones.

El origen del Rally Dakar tiene unos cuántos años. Nos tenemos que remontar al año 1978 y se concibió, originalmente, como el Paris–Dakar. Nació como una aventura encabezada por el piloto Thierry Sabine, quien, el año anterior, había participado en el Rally Abidjan-Niza, que transcurría desde Costa de Marfil hasta la mencionada localidad francesa.

En dicha aventura, Sabine se pierde con su moto en el desierto de Teneré, y por Libia durante varios días. Tras haberlo pasado realmente mal en el proceso, regresa a su país emocionado ante la experiencia y los paisajes visitados. Por eso, comparte su descubrimiento y propone una ruta hasta territorio africano saliendo desde Europa.

Una idea que se lleva a cabo y en la que pueden participar incluso pilotos sin títulos. La idea encandila y sorprende, llamando la atención de medios de comunicación y de personas apasionadas del mundo del motor. Una prueba en la que se pone al límite el cuerpo, tanto física como psicológicamente, siempre es un reto para aquellos que buscan superarse.

Lo que empezó una experiencia y una aventura para los más arriesgados, se ha convertido en la competición más dura y popular del mundo del motor. Hay que ser muy conscientes de su peligrosidad. Muchos competidores han perdido la vida en medio de la competición tras un accidente. En total, se han contabilizado 46 fallecimientos en toda su historia, incluyendo espectadores, periodistas y lugareños.

Aunque en la última edición fallecieron dos pilotos, la carrera ha avanzado mucho a nivel de seguridad gracias a los avances que se han dado y a la mayor presencia de helicópteros de carrera, algo que hace años era impensable. Por eso, cuando ocurría un accidente, resultaba más complicado atender a los heridos.

En los casos de accidente, por cierto, no hay mecánicos. Son los propios pilotos los que tienen que solucionar la papeleta si algo ocurre o se da una avería. Un hecho determinante para poder cruzar la meta. Aunque los competidores de esta prueba son muy deportivos y, aunque sean rivales, se suelen ver ayudas de todo tipo. Es más que una competición, se juegan la vida, y ante todo está el comportarse de forma humana.

La idea del Rally Dakar es atravesar los terrenos más complicados del planeta, ya sean zonas de arena, repletas de barro o con rocas que puedan echar al traste la carrera. Cualquiera con habilidad en un vehículo de motor puede inscribirse, basta con ser amantes de la aventura.

Coches, camiones y motos compiten cada año trabajando en vehículos desarrollados específicamente para dar el máximo resultado en condiciones tan adversas como las que se sufren en el Dakar, siendo de interés general para los amantes del espectáculo. Desde 2017 también se han añadido competiciones de quads y side by side.

Durante su historia, el trazado del Rally Dakar ha sufrido varias modificaciones. Hasta 1994, era innegociable que el viaje transcurriera desde la capital de Francia hasta la de Senegal. En 1995, el origen ha ido variando por diversas ciudades europeas. Lisboa, Granada o Barcelona han sido punto de partida de esta aventura.

Otros años, la competición no siempre ha concluido en Dakar. En 1992 se optó por recorrer por completo África para terminar en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), mientras que en las ediciones de 2000 y 2003 la carrera ha terminado con el incomparable fondo de las pirámides egipcias de fondo, en una estampa espectacular.

En 2008 la carrera se suspendió. El temor de las autoridades francesas ante posibles atentados terroristas por parte de Al Qaeda después del asesinato de cuatro turistas de origen francés en Mauritania a diez días de que comenzara el Rally, determinó la cancelación de la carrera. Y, desde el año siguiente, el recorrido abandonó Europa y África para irse hasta Sudamérica.

Desde 2009, el recorrido tiene lugar en países sudamericanos como Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Perú. Parajes con similitudes a los del entorno africano han conseguido que la carrera mantenga el interés a pesar de las reticencias. Lo curioso es que siempre se ha mantenido la acepción de Rally Dakar a pesar de no tener presencia la capital senegalesa.

La edición de 2020 ha vuelto a cambiar de entorno, disputándose en Arabia Saudita, siendo la primera ocasión en la que el Rally Dakar se disputa en un solo país. Una competición que tiene una bonita historia detrás, pero a la que todavía le quedan muchas páginas por escribir.