Alberto Contador es uno de los mejores ciclistas de la historia. Se lo ha ganado por méritos propios. Basta con echar un vistazo a su palmarés, resultando vencedor en 2 Giro de Italia, 2 Tour de Francia y 3 Vuelta a España.
La relación de amor de Alberto Contador con la bicicleta llegó pronto. Aunque, como todo niño, había practicado fútbol o baloncesto, se subió a una bicicleta por primera vez a los 12 años y, a los 15, participó en la categoría de Cadetes del equipo de ciclismo de Pinto.
Desde temprana edad ya mostraba su poderío sobre la bicicleta, especialmente en el terreno montañoso, siendo un prometedor escalador, algo que refrendaría años más tarde. Sus compañeros le apodaban Pantani. Contador solo veía su futuro pedaleando y, por eso, dejó los estudios a los 16 años.
Una decisión difícil, pero el tiempo le terminó dando la razón. Contador mostró por primera vez su enorme talento en la Vuelta a la Sierra Norte, consiguiendo un segundo puesto en la general del año 2000. Dos años después, tras demostrar que el fondo y la montaña se le daba bien, ganó el Campeonato de España contrarreloj sub-23.
Eso le llevó a participar en campeonatos de más enjundia, como la Vuelta a Castilla León de 2003, en la que acabó cuarto. Los equipos comenzaron a fijarse en él y fichó por la ONCE-Eroski en 2004. Pero una fuerte caída le provocó un cavernoma cerebral congénito, del que tuvo que operarse. Un hecho que le impidió volver a competir hasta 2005 tras superar la grave enfermedad.
En el Tour de Francia 2007 comenzó a escribir su historia con letras de oro. Era la primera ocasión en la que participaba y, a tan solo tres etapas del final, tras la expulsión de Michael Rasmussen por dopaje, se vistió con el maillot amarillo, que conservaría hasta el final, proclamándose en el décimo campeón español de la historia del mayor evento de ciclismo.
Se desató la fiebre por Contador y el interés por el ciclismo en España. Ahora, todo el mundo estaba alerta a las hazañas del ciclista de Pinto.
Se había convertido en leyenda y, 2008 fue su año mágico, ya que consiguió ganar el Giro de Italia y la Vuelta a España. En poco más de un año, había ganado ya las tres clásicas más importantes del mundo, con una superioridad casi aplastante. Se convirtió en el quinto corredor de la historia en ganar las tres grandes vueltas por etapas del calendario mundial
En 2009 volvió a ganar su segundo Tour de Francia con un dominio aplastante, tanto en montaña como en contrarreloj, especialmente a la disputada en Annecy, que fue su primera victoria en dicho tipo de etapa en una gran vuelta. Acabó coronando en los Campos Eliseos sacándole más de 4 minutos a Andy Shleck y más de 5 a Lance Armstrong.
En 2012 se llevaría su segunda vuelta a España, pero fue un año que cambió la carrera y la vida de Alberto Contador. Siempre observado con lupa y en la sombra de la sospecha desde la mencionada Operación Puerto, el TAS le sancionó con 2 años de inhabilitación competitiva por el positivo por clembuterol obtenido de una muestra de orina obtenida en la segunda jornada de descanso del Tour 2010, del que fue desposeído, así como del Giro de Italia o de la Volta a Cataluña 2011, además de la medalla de bronce en el Campeonato de España de Ciclismo en Ruta de Contrarreloj de 2011 y la medalla de plata en el Campeonato de España de Ciclismo en Ruta 2011.
Un duro golpe del que se repuso, aunque le costó mucho esfuerzo y lágrimas. Pero su éxito no terminó en ese periodo temporal. Volvió a demostrar su talento y a disipar las dudas ganando la Vuelta a España de 2014 y el Giro de Italia de 2015. Uno de los mejores deportistas españoles de todos los tiempos.