Jake Daniels, delantero del Blackpool inglés, hace unos días declaraba en una entrevista abiertamente su homosexualidad. Era el primer jugador en activo que lo hacía tras Justin Fashanu, que fue el pionero en 1990. Por aquel entonces el futbolista tuvo que soportar la dureza tanto del racismo como de la homofobia.

Una represión que venía de su propio hermano ya que desde muy pequeños ambos se quedaron huérfanos de padre y madre. Esto les hizo vivir una infancia más que complicada ya que los hermanos pasaron parte de sus años en un orfanato hasta que fueron adoptados por una familia de Borfolk.

Desde muy pequeño sufrió el azote del racismo y decidió canalizarlo a través del boxea a sus 14 años, pero un reclutador vio que tenía potencial para el fútbol. Fue ahí donde su vida dio un cambio radical. Poco a poco fue escalando hasta que con 17 años jugó por primera vez en el primer equipo del Norwich City.

Esto le llevó a jugador con la selección de Inglaterra sub-21 y llegó a ganar el premio a mejor gol de la temporada. Su crecimiento era exponencial y le llevó a hacer historia porque fue el primer jugador negro transferido por un millón de libras en 1981.

Cuando comienza su etapa en el Nottingham Forest su rendimiento empieza a bajar y hace que el futbolista sea cedido al Southampton. A partir de aquí se firma su decadencia y empieza a ir de unos clubes a otros sin cuajar grandes actuaciones.

Esto se mezcla con su vida personal que para muchos influyó en su bajada de rendimiento. Por este entonces todavía no había hecho el anuncio de su homosexualidad, pero era un secreto a voces su sexualidad ya que frecuentaba bares de ambiente gay.

Fue el propio hermano el que le ofreció 100.000 dólares para que no contara públicamente que era homosexual. "Se convirtió en mi archienemigo; temía que la gente creyera que yo también era gay, porque jugaba en un equipo duro (Wimbledom FC), con imagen de machos fuertes y a la gente le gustaba eso de nosotros", declaró el propio John Fashanu en el documental de Netflix 'Forbidden Games'.

Harto de presiones, Justin decidió coger el rumbo de su vida y conceder una entrevista a The Sun para contarlo abiertamente en 1990. "ESTRELLA DE FÚTBOL DE 1 MILLÓN DE LIBRAS: SOY GAY".

También aseguró que se encontraba muy decepcionado por no recibir el apoyo de su único familiar. "Me defraudó porque yo creí en el amor de hermano, lo creí más comprensivo, más tolerante por todo lo que pasamos juntos de niños".

Por estas fechas, Fashanau ya jugaba en clubes menores de Inglaterra. Fue tal el revuelo que causó en el país que decidió poner tierra de por medio para irse al Maryland Mania de Estados Unidos. No llegó a disputar minutos como jugador, pero se quedó como entrenador.

Lo peor para Justin Fashanu estaría por llegar. En 1998, un joven de 17 años le acusa de abuso sexual. En el estado de Maryland estaban permitidas las relaciones sexuales por encima de los 16, pero no entre homosexuales ya que se consideraban como un delito.

La acusación le pone de nuevo en el ojo del huracán y decide huir de nuevo a Inglaterra. Dos meses después de ser acusado, el 2 de mayo de 1998, aparece en un garaje ahorcado con una nota. Me he dado cuenta de que ya he sido declarado culpable. No quiero dar más preocupaciones a mi familia y a mis amigos. No quiero dar más preocupaciones a mi familia y a mis amigos.Espero que el Jesús que amo me dé la bienvenida; al final en él encontraré la paz que nunca tuve".

Se supo más tarde que no había ninguna orden de arresto contra el jugador y más tarde se acabaría cerrando el caso de abuso sexual por falta de pruebas.