Es posible que, en los últimos años hayáis escuchado el término fair play financiero, especialmente cuando se habla del poderío económico de un club en un mercado de fichajes.
El fair play financiero es un sistema establecido con el objetivo de que los equipos de fútbol profesionales, especialmente los más poderosos, no se gasten más dinero del que generan. Con esta regulación se trata de que la competición sea más equilibrada y justa, valorando los ingresos de un equipo y haciendo media con los gastos que afrontan.
Se trata de una medida puesta en marcha por la UEFA en el año 2011 para limitar y controlar las pérdidas económicas de los equipos. Así, hay un mayor control a la hora de hacer fichajes, evitando que un equipo pueda comprometer su viabilidad si gastan más dinero de la cuenta en un fichaje o con los salarios.
Los clubes tienen un margen que ha ido variando con el paso de los años, que establecen la cantidad que pueden gastar en función de lo que ingresen. Resumiendo; es una medida para garantizar la sostenibilidad de los clubes.
Este límite se calcula utilizando parámetros financieros. Inicialmente, no tiene nada que ver el resultado de cada equipo en Liga. Aunque, la cantidad de ingresos se incrementa en función de la clasificación, por lo que forma parte de una causa y efecto.
La fórmula del límite salarial es bien sencilla: Ingresos – Gastos no deportivos = gastos deportivos permitidos. En este último aspecto, el límite salarial que manejan los clubes, entran, por supuesto, los precios de los fichajes y las fichas de los jugadores, cuerpo técnico y demás personal del club.
Esta fórmula evidencia que, aquellos equipos que tengan ingresos mayores, ya sea por caché o porque se han clasificado en competiciones europeas y tengan más ingresos, tienen un mayor límite salarial, lo que les permite, por ejemplo, gastarse más dinero en fichajes y traer mejores jugadores.
En los equipos más modestos, los directores técnicos tienen que hacer obras de ingeniería para cuadrar las cuentas.
El límite salarial es transparente y se hace público al inicio de cada temporada. Si miramos la tabla proporcionada por la Liga, el Barcelona es el equipo con mayor límite salarial del campeonato, con 671,429 euros. 30 millones más que el Real Madrid, que está en segundo lugar.
Si miramos a la parte baja de la clasificación, Osasuna, con 35 millones, Real Valladolid con 32 y Mallorca con 29, son los equipos que menos margen económico tienen para confeccionar la plantilla. Y una diferencia abismal ante los equipos más poderosos, y con los que tienen que competir en igualdad de condiciones en el campeonato nacional liguero.
De no cumplir las normas establecidas, los clubes se exponen en una multa económica que se fija en un porcentaje de la cuantía superada, pudiendo acarrear sanciones desde los 600 hasta los 300.000 euros según la gravedad.
Incluso pueden llegar a perjuicios mucho mayores. Por ejemplo, el PSG y el Manchester City fueron sancionados en 2014 por no cumplir los parámetros establecidos y fueron sancionados con más de 60 millones de euros y limitación a la hora de inscribir a jugadores.
Aunque el propio PSG, club propiedad de fondos de inversión árabes, sorteó esta limitación la temporada en la que fichó a Neymar y Mbappé para no exceder las normas, fichando a este último a modo de cedido con opción de compra obligatoria en la temporada siguiente, ya con el presupuesto regulado.
En España también hay clubes que han sido sancionados. El Málaga fue sancionado en 2012 con la imposibilidad de disputar competiciones europeas debido a las deudas que arrastraba.