Un estudio de la Universidad del País Vasco ha determinado que la muerte súbita relacionada con el deporte tiene un riesgo muy bajo, afecta sobre todo a valores de mediana edad que conciben el deporte como algo recreativo y está vinculado con problemas cardiovasculares.

Según ha informado la institución académica en una nota de prensa, se trata de un estudio forense basado en 288 autopsias realizadas en 25 provincias entre 2010 y 2017 con el fin de conocer la incidencia, características clínico-patológicas, hábitos tóxicos y actividad deportiva relacionadas con la muerte súbita en la actividad deportiva en España.

Entre los participantes, se encuentra el doctor Benito Morentin, jefe del Servicio de Patología del Instituto Vasco de Medicina Legal y profesor asociado del departamento de Especialidades Médico-Quirúrgicas de la UPV/EHU, quien ha destacado "los claros beneficios" del deporte para la salud y ha indicado que "la muerte súbita asociada al deporte es un acontecimiento infrecuente pero catastrófico, con importantes implicaciones clínicas y sociales".

Por ello, según ha afirmado, las personas deportistas "deben ser examinadas para detectar posibles cardiopatías silenciosas antes de participar en actividades deportivas".

El estudio, el mayor de este tipo realizado en España y uno de los mayores de Europa, se ha basado en la investigación de 288 autopsias forenses y, según sus resultados, el 98,6 % de los casos de muerte súbita eran varones y la incidencia fue de 0,38 casos por 100.000 habitantes y por año (0,82 entre deportistas habituales).

Los deportes más frecuentes (el 96 % recreativos) fueron el ciclismo (28 %), el fútbol (18 %) y la carrera a pie (17 %). La muerte fue de origen cardiovascular en el 99 %. El análisis toxicológico detectó sustancias cardiotóxicas (alcohol, drogas ilícitas y psicofármacos) en el 7 % de los casos.

Sus autores han considerado que la investigación puede ayudar a establecer estrategias de prevención, teniendo en cuenta los datos clínicos y los hábitos tóxicos. Asimismo, han considerado necesario adaptar el deporte a la edad, al estado de salud y a las condiciones físicas de cada persona.

Los investigadores consideran "muy difícil" predecir quién puede tener una muerte súbita cardiovascular, pero creen que la prevención de la muerte súbita asociada al deporte podría mejorar si se dispusiera de una mayor cantidad de datos fiables sobre su incidencia, los factores clínicos y toxicológicos precipitantes y las causas de la muerte mediante autopsias forenses, ya que podrían ayudar a establecer estrategias de prevención.

Reclaman, por ello, la creación de un registro nacional obligatorio de la muerte súbita asociada al deporte con la participación de especialistas.