Enfrentarse a la necesidad de bajar o subir de peso es sinónimo de dieta. Pero para seguir cualquier tipo de alimentación específica hay que ponerse en manos de un profesional médico o de un nutricionista. La razón es que cada persona es diferente y se debe hacer un exhaustivo análisis de su situación y de cuál es el objetivo en el futuro.
Las matemáticas son así de simples: si la necesidad de una persona es aumentar de peso, de volumen o de masa muscular debe subir la ingesta de calorías en un porcentaje adecuado a su cuerpo y controlando, en todo momento, el tipo de alimentos que se deben: ahí entra en escena la dieta hipercalórica.
Algunas de las razones médicas para afrontar una dieta hipercalórica pueden responder a trastornos alimentarios o agresivos tratamientos. Pero, además, hay otro tipo de casos en los que elegir ese tipo de alimentación tiene que ver con razones deportivas.
Eso es debido a que esa dieta puede ser utilizada por algunos deportistas para aumentar volumen y masa muscular y poder desarrollar habilidades físicas en algunos deportes que necesitan de estas dietas temporales. Lo primero que nos viene a la cabeza es pensar en levantadores de peso, culturistas o luchadores, por ejemplo, pero son muchos los deportes que requieren de este tipo de dietas para lograr determinados objetivos físicos como el atletismo, el baloncesto, el balonmano, el rugby o el fútbol americano, entre muchos otros.
Sobra decir que, en todas las disciplinas, estos deportistas están guiados por médicos, nutricionistas y entrenadores personales que marcan objetivos a medio o largo plazo con una serie de alimentos seleccionados, ya que subir de peso a base de grasas saturadas y azúcares nunca ofrecerá la posibilidad de un crecimiento razonable y será perjudicial para el organismo.
Como nos dice Pablo G. Vivanco, licenciado en Farmacia, dietista nutricionista y máster en Dietoterapia, "las proteínas no se asimilan si no hay hidratos de carbono, tiene que haber una relación hidratos/proteína de 3/1 si se quiere aumentar el volumen. En este sentido, tenemos alimentos que se asimilan mucho mejor siempre después de un tiempo aproximado de una hora tras hacer el ejercicio; es lo que se llama la ventana anabólica".
Este concepto de ventana anabólica es muy importante en el programa de volumen de un deportista. Comer los alimentos adecuados en este período de tiempo va a ayudar a regenerar músculo y es habitual ver esta ingesta entre culturistas, levantadores de peso y luchadores. Como recuerda Vivanco, "esta ventana anabólica tiene su tiempo de duración.
Lo ideal es comer inmediatamente hasta ese margen de una hora; más allá de eso, la optimización de esta ventana anabólica es menor hasta, más o menos, perder valor pasadas 4 horas". Los mejores alimentos de una dieta hipercalórica en este entorno son pollo, atún, langostinos (sin aceite), arroz o pasta. "Lo ideal es llegar a una dieta del 30% de proteína, 50% de hidratos "al dente" y sacrificar las grasas todo lo posible", confirma el nutricionista.
Centrados ya en el mundo del deporte, los profesionales de las cuatro grandes competiciones de Estados Unidos (NFL, NBA, NHL y MLB) sufren un cambio físico impresionante desde su etapa universitaria hasta convertirse en profesional. De hecho, ese aumento de masa suele hacerse por etapas y es normal que jugadores que han sido estrellas universitarias necesiten varias temporadas para adaptarse a su nuevo peso y carga de trabajo.
Sin embargo, los métodos de entrenamiento han mejorado mucho y las escenas de sobrepeso exagerado de determinados jugadores están dando paso a físicos más voluminosos, pero de puro músculo. Tampoco hay que engañarse ni ser hipócritas: la inmensa mayoría de estos profesionales (por no decir la totalidad) toman algunos productos o complementos que ayudan a engordar, pero hay que reconocer que también en ese sentido se han dado pasos importantes para que todo esté controlado bajo supervisión médica para que no afecten en lo más mínimo a la salud de los deportistas.
En la NBA ha habido casos muy espectaculares de jugadores que han transformado por completo su cuerpo entre la salida de la universidad, el 'draft' y el inicio de la temporada. La combinación de un entrenamiento con dieta hipercalórica y algunas de las sustancias anabolizantes que, a día de hoy, siguen siendo legales en la NBA, han beneficiado a los jugadores en lo que los expertos denominan "fuerza explosiva", consistente en producir la mayor cantidad de fuerza posible en el menor tiempo sin perder eficiencia.
En la MLB, la liga profesional de béisbol, también han aflorado casos en los últimos años muy exagerados de crecimiento muscular a base de supuestas dietas hipercalóricas que, tras una investigación, se han revelado como fraudes de dopaje.
En el caso del atletismo, por ejemplo, tanto los lanzadores como los velocistas suelen incluir este tipo de dietas hipercalóricas en su agenda anual. Hay que tener en cuenta que cuando hablamos de cantidades para deportistas medios, pensamos automáticamente en latas de atún, huevos cocidos o platos de pasta, pero la realidad es que debemos pensar que los jugadores de la NBA que miden 2,10 y pesan entre 100 y 120 kilos comen acorde a su físico. Estamos hablando de que deben superar de media las 3.300 kcal/día, cuando una persona media no debe superar las 2.000 calorías diarias aproximadamente.
Puede parecer algo fácil, pero aumentar el volumen también requiere mucho entrenamiento y disciplina, además de mentalización y descanso, ya que el cuerpo se somete a unos cambios de metabolismo muy bruscos. Famosa era, por ejemplo, la dieta de nadador Michael Phelps, que ingería más de 10.000 calorías diarias para poder funcionar a pleno rendimiento en la piscina durante su etapa profesional.
Saber qué comer en la dieta hipercalórica es fundamental para lograr el éxito a largo plazo. Pero, además, es vital ponerse en manos de un especialista para que controle la evolución de cada persona: el número de calorías que se ingieran cada día tienen que estar relacionadas con el ejercicio físico que se realice porque, de lo contrario, los riesgos de engordar son muy altos.