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Cuándo es recomendable un reconocimiento médico deportivo

  • Existen diferentes protocolos para realizar reconocimientos médicos deportivos

  • El objetivo de este tipo de reconocimientos es el de tener la posibilidad de detectar trastornos de salud

La salud es lo más importante. Hay que tenerla vigilada en todo momento para evitar disgustos. Por eso, los reconocimientos médicos son una pieza fundamental para garantizar un óptimo funcionamiento de nuestro organismo.

Por dejadez o, a veces por miedo, en muchas ocasiones dejamos pasar la oportunidad de chequear nuestro cuerpo. Un error más frecuente entre la sociedad de lo que debería. Es importante concienciarse sobre ello y tener protegida nuestra salud para evitar males mayores.

Este tipo de revisiones lo encontramos de varios tipos. Ahora, vamos a centrarnos en los reconocimientos médicos deportivos.

¿Cuándo debemos realizar un reconocimiento médico deportivo?

A pesar del nivel que se tenga como deportista, es recomendable que, antes de empezar a practicar cualquier deporte, realicéis un RMD, ya que el objetivo de este tipo de reconocimientos es el de tener la posibilidad de detectar trastornos de salud que puedan hacer que la práctica deportiva se convierta en algo peligroso.

Por tanto, sirven para detectar hallazgos importantes o para dar tiempo a rehabilitar del todo lesiones que creíamos superadas.

Para realizar un reconocimiento médico deportivo tendremos que acudir a los centros especializados, ya que se necesita de una aparatología muy concreta. Centros deportivos o incluso polideportivos son los lugares idóneos para este tipo de pruebas, ya que poseen las instalaciones necesarias para llevarlos a cabo.

¿En qué consiste un Reconocimiento Médico Deportivo?

Hay que tener en cuenta que, si bien existen diferentes protocolos para realizar reconocimientos médicos deportivos según los objetivos, todos ellos cuentan con algunos parámetros comunes.

El modelo general de reconocimiento médico deportivo seguiría este patrón:

  • Anamnesis: Una entrevista previa en la que se obtienen los datos del paciente, entre los que se encuentra el historial clínico. También se pregunta sobre dolencias, enfermedades o incluso antiguas operaciones con las que abordar de una forma mucho más precisa las necesidades de cada persona.
  • Medidas antropométricas: Las clásicas pruebas cuyos resultados quiere conocer todo el mundo de vez en cuándo. Altura, peso, I.M.C (índice de masa corporal). Esto también puede servir a los médicos para recomendarnos una dieta alimenticia en función de nuestras necesidades o estado corporal, algo vital para que la práctica deportiva sea exitosa.
  • Exploración: Una exploración de nuestro cuerpo, en la que se nos tiene en cuenta la toma de constantes vitales, la frecuencia cardíaca, así como un electrocardiograma y pruebas de flexibilidad. También se realiza una analítica completa de sangre que sirva para detectar posibles problemas más difíciles de detectar.
  • Test de esfuerzo: La prueba de esfuerzo suele cambiar también en función de las necesidades o la edad de cada persona. Lo normal es que se realicen pruebas de carga progresiva, ya sea en cintas de correr o en bicicletas estáticas. Estas pruebas suelen durar unos diez minutos, y está destinada a realizar un análisis directo de los gases, con la medición del oxígeno consumido y el dióxido de carbono eliminado, para así determinar una cifra exacta para el consumo máximo de oxígeno.

Seáis deportistas o no, la realización de un reconocimiento médico deportivo es más que aconsejable para cualquier ciudadano, gracias a que obtendremos una información completa sobre nuestro cuerpo y podrá ayudarnos a prevenir lesiones y enfermedades.