La salida de uno de los grandes emblemas del Real Madrid dio en su día mucho que hablar y a día de hoy lo sigue haciendo.
Casillas ha asistido a encuentro anual de la Fundación TELMEX Telcel en México. En él ha hecho un repaso sobre las polémicas que más le han rodeado en los últimos años.
El que fuera capitán del Real Madrid fue uno de los mejores en su historia y en todo el mundo, por eso no se entendió en su momento la forma en la que salió del club. Le han preguntado por si se equivocó en su marcha a lo que ha respondido que "ambos nos equivocamos, pero hemos aprendido, no me gustan esas imágenes y creo que para ambos no fue bueno. Estoy seguro de que algún día subsanaremos ese pequeño desliz y haremos cosas buenas para que la gente se sienta contenta".
Si algo se le achacó su salida es su mala relación con el que en ese momento era el entrenador del conjunto blanco. "Fuimos dos personas que se llevaron bien durante año y medio y al siguiente tuvimos discrepancias, pero eran normales entre el capitán del equipo y el entrenador. No quiere decir que tú seas más que el entrenador, pero al final vas a chocar porque tienes que hablar con él prácticamente todos los días y la relación se va desgastando".
"José Mourinho pensaba que yo no estaba al nivel de otro compañero o, sumado a eso, que nuestra relación ya no estaba tan bien y le era mucho más fácil elegir entre uno u otro. Hay muchas cosas que la gente no ve, pero con él tengo una buena relación. Nos hemos visto varias veces después y hemos tenido palabras agradables. No es cuestión de seguir con el rencor, cada uno miraba lo mejor para el equipo. Yo decidí no tener tanta relación con él porque no me gustaban las cosas que veía y él optó por otro compañero".
A pesar de cómo acabaron, el ex portero ha asegurado que tienen buena relación y que esas pequeñas rencillas forman parte del pasado. Prefiere no guardarle rencor y pasar página del momento que le supuso a Iker la salida del club de su vida.
Hace poco más de un año sufría un infarto durante un entrenamiento con el Oporto que le llevaba a la retirada del mundo profesional. El primer proyecto que tuvo tras esto fue la presidencia de la RFEF, pero finalmente se retiró de la candidatura y todo apuntaba a que tendría un cargo en el Real Madrid, pero de momento poco más se ha sabido.
El de Móstoles era preguntado, precisamente por esto, cómo es su vida ahora que el fútbol no rige su vida. "Cambia bastante. De tener una rutina y tener quehaceres diarios se pasa a tener que reinventarte un poco a nivel personal y profesional. Yo tuve suerte, empecé a vislumbrar hace dos o tres años que la carrera del fútbol se va terminando y cuando me ocurrió el infarto hace un año y medio prácticamente ya tenía el camino allanado, ya era una cuestión de poner a funcionar antes o después. Por circunstancias que me han pasado, ha tenido que ser antes, pero no tengo ningún problema porque estoy preparado para ello".