En la última jornada del grupo I de la Primera RFEF, el jugador del Ceuta, Rodri Ríos, vio una amarilla por celebrar un gol con un gesto 'provocador'. El delantero se lo dedicó a su padre y el colegiado entendió que el gesto que hacía era para provocar a los espectadores por lo que le sacó la cartulina.
El equipo ceutí decidió presentar un recurso contra la amarilla que vio su delantero este pasado domingo en Córdoba por celebrar un gol. La situación se produjo en el estadio Nuevo Arcángel, cuando el colegiado madrileño Pedro Eugenio Muñoz Piedra enseñó la tarjeta amarilla a Rodri en el minuto 34 por festejar el gol llevándose las manos a la cara, según han informado a EFE fuentes del club ceutí.
Al término del encuentro, Rodri expresó en las redes sociales su malestar por la cartulina y aclaró que se puso las manos en la cara para celebrar el gol para dedicárselo a su padre "porque tiene barba", y que no tiene "nada que ver con lo que recoge el acta arbitral ni con una provocación: esto no es fútbol", sentencia.
Según la resolución del Juez de Competición, el órgano federativo ha decidido mantener la cartulina amarilla al basarse en la “presunción de veracidad” del acta y en la interpretación subjetiva que realizó el árbitro del gesto de Rodri para desestimar la reclamación del Ceuta.
En este sentido, la resolución deja constancia de que los jugadores de fútbol “deben ser muy cuidadosos a la hora de realizar gestos cuando logran un gol, evitando en todo caso que sus celebraciones puedan ser consideradas por el público del equipo adversario como una ofensa o provocación". Aunque contra esta resolución cabe interponer recursos ante el Comité de Apelación en el plazo de diez días, el equipo ceutí ha anunciado que no continuará esta vía.