Sigue sorprendiendo la facilidad con la que los aficionados pueden saltar al terreno de juego en estadios de primera categoría. En esta ocasión se ha vivido en el Allianz Arena, donde si disputó el encuentro de octavos de final de la Champions League entre el Bayern de Múnich y el París Saint-Germain.
Cuando finalizó el partido y el PSG ya había vuelto a caer eliminado en las primeras fases del torneo, un aficionado saltó al césped con intención de llegar hasta Messi y abrazarle. Los miembros de seguridad no consiguieron coger al asaltante hasta que estaba ya casi al lado del futbolista en el medio del campo.
El asaltante llegó casi a tocar al argentino, quien se vio sorprendido por la espalda con la presencia de esta persona, que, además, le hizo tropezar porque cayó al césped del estadio.
No es la primera vez que ocurre esto en un campo de fútbol de primer nivel. Hace unos días, en el Liverpool-Manchester United en Anfield, un aficionado saltó al campo mientras los jugadores celebraban un gol, con la mala fortuna de que resbaló en el césped y golpeó a Robertson, que tuvo que ser asistido por las asistencias médicas durante varios minutos por el golpe propinado.
Ese momento nos dejó la imagen de Klopp indignado y cabreado con el espectador que podría haberle causado un daño mayor al futbolista. El Liverpool ha sancionado al aficionado de por vida sin poder entrar en un estadio de fútbol.
Hace unas semanas también vivimos el momento de Dimitrovic, portero del Sevilla, tuvo que reducir a un aficionado que fue directamente a agredirle durante el encuentro de Europa League frente al PSV. En este caso, el chico deberá cumplir sanción de 3 meses de cárcel y dos años de libertad vigilada, además de no poder acceder al estadio de Eindhoven durante ese periodo de tiempo.