Cristiano Ronaldo no es solo una máquina jugando al fútbol, si no también facturando dinero. El delantero portugués ha firmado los mejores contratos de fútbol, tiene a su lado a las mejores marcas y sus negocios, triunfan por todos los rincones del planeta. Se hace difícil cuantificar cuánto puede ganar el astro luso en un año natural pero ahora, un experto en marketing ha dado con la cantidad... ¡200 millones de euros!
Cristiano sigue, a sus 37 años, acaparando la atención mediática mundial, protagoniza campañas publicitarias en ámbitos que van desde la moda hasta los criptoactivos y diversifica sus inversiones. La marca Cristiano Ronaldo tiene "un alcance global, es conocida literalmente en todo el mundo", dice Daniel Sá, director ejecutivo del Instituto Portugués de Administración de Marketing (IPAM).
Sá, que sigue desde hace 15 años la evolución de la marca del jugador, estima que el portugués genera unos 200 millones de euros al año, entre sueldo, derechos de imagen, patrocinios, negocios como los hoteles CR7 -en Madrid, Nueva York y Lisboa-, inversiones inmobiliarias y hasta una clínica de trasplante capilar.
También es la personalidad más popular en Instagram y Facebook, con más de 500 y 153 millones de seguidores, respectivamente, y la sexta en Twitter, con más de 100 millones. Cumplidos los 30 años, "era habitual que los valores de la marca de un futbolista empezaran a decaer (...) En el caso de Cristiano esto no ha sucedido", comenta Pedro Dionísio, profesor de gestión deportiva en la ISCTE Business School.
Cristiano "ha conseguido no sólo mantener, sino aumentar este valor de marca", apunta. La clave del éxito, coinciden ambos expertos, está en su "actitud".
También influyen su imagen "limpia" y su defensa de una dieta y un estilo de vida saludables. "No lleva tatuajes" y tiene el "aspecto físico de un atleta", lo que "concretamente para el público femenino también es relevante", continúa. Esencial para su identidad es además su icónica celebración del gol. "Muchos no saben lo que significa la palabra 'sí', pero hacen el gesto", que es "fácil de repetir", sostiene.