Benjamin Mendy, jugador del Manchester City, ha sido acusado de hasta nueves delitos sexuales, siete de ellos por violación, uno por agresión sexual y el otro por intento de violación. El juicio al defensa ya ha dado comienzo en Chester.
Mendy ha querido justificar sus actos y ha argumentado que eran las mujeres las que iban a él por el hecho de ser futbolista. Además, ha asegurado que es algo que le lleva pasando desde que se convirtió en futbolista profesional a los 18 años.
"Sé que no soy Brad Pitt, pero las mujeres se acercaron a mí... No por mi apariencia, sino por el fútbol. La mayoría de las veces eran ellas las que venían a por mí", ha justificado el jugador del club inglés.
"Estaba disfrutando de la casa, estaba disfrutando de las mujeres. Estaba tan feliz de estar en el Manchester City, tan emocionado. También estaba entusiasmado con el fútbol", ha añadido.
Finalmente, el futbolista francés ha negado las acusaciones de violación, pues asegura que ninguna de las mujeres le dijo explícitamente que no querían mantener relaciones con él.
"Si una mujer me dijese "no" lo aceptaría. Me gusta tener sexo con alguien que también lo disfruta. Si me dijeran que no estaría bien, lo aceptaría y pararía. Me gusta tener sexo con alguien que también lo disfruta", ha querido aclarar Mendy.
Sin embargo, las víctimas han denunciado todo lo contrario, ya que en sus declaraciones explicaron cómo las encerró bajo llave y les quitó el teléfono móvil para que no pudieran comunicarse con nadie del exterior.
"Escucha, quiero mi teléfono, no sé qué crees que está pasando. No quiero sexo contigo” fue lo que una de las denunciantes afirmó haberle expresado al futbolista del Manchester City.