El Mundial de ciclismo en ruta estuvo marcado por la exhibición de Remco Evenepoel y la disparatada historia de Mathieu Van der Poel que le hizo retirarse a los 30 kilómetros de la salida. Tras pasar toda la noche sin dormir, el neerlandés no pudo poner en práctica uno de los nuevos avances del ciclismo internacional y que llevaba en sus propios pies.

Aunque pasara inadvertido para mucha gente, una parte de la indumentaria de Van der Poel tenía un secreto: en sus pies llevaba "los calcetines más rápidos del planeta". Es más, el nombre de la línea de calcetines aerodinámicos adquiere el nombre de las iniciales de esa misma afirmación: FSOTP (“Fastest Sock on the Planet"). Los FSOTP son una línea de calcetines aerodinámicos, personalizados para cada tipo de pie y especializados para cada uso. Es decir, la empresa neerlandesa que los crea, estipula un algoritmo hasta la velocidad a la que cada ciclista los va a utilizar.

Creados desde principios de año con pruebas diarias en túneles de viento, el coste de estos calcetines es de 1.000€. Según sus creadores en declaraciones a Cycling Tips, "el calcetín más rápido debe ajustarse perfectamente a la pierna, asegurando que las estructuras del material y la textura no cambien durante el ejercicio, y que permanezca perfectamente en su lugar mientras se desarrolle la prueba". Sobre el alto precio disparatado para unos calcetines de los cuáles no se sabe el beneficio, la empresa deja clara su postura: “Pensad en esto como un servicio de consultoría y una garantía de rendimiento basada en la creación del calcetín más rápido del planeta para un individuo específico”.

Para comprobar ese rendimiento, los creados desvelan que los calcetines se prueban con el ciclista en un túnel de viento para intentar limar los posibles problemas y vuelven de nuevo al laboratorio para que queden perfectos. En el caso de no querer tan perfeccionamiento y quieres comprar el modelo básico, el precio se reduce a los 150€.