En junio de 2019 José Antonio Reyes perdía la vida en un fatídico accidente. Más de tres años después se conocen datos de su herencia. El futbolista de 35 años fallece sin haber hecho testamento y ahora sus familiares son los que se están encargando de solucionar este problema.
Varios de los inmuebles que tenía el jugador tenían hipoteca. Desde que falleciera algunas de estas no han sido pagas por lo que sus bienes han salido a subasta por impagos. Se trata de un chalé en Madrid, en Boadilla del Monte, un piso en Chipiona y siete locales comerciales que Reyes tenía en la localidad sevillana de Bormujos.
Según ha desvelado El Confidencial, el valor que se reclama a los herederos es superior al millón de euros. Solo de la vivienda de Boadilla que compró cuando estaba en el Atlético de Madrid vale 1.390.000 a los que habría que sumar otros 418.000 euros de intereses.
En Chipiona tenía un piso en donde solía veranear y tiene un valor de 135.000 euros. La subasta por esta vivienda está abierta. En cuanto a los locales que tenía en Bormujo, solo han salido a la venta siete de los 20 que tenía José Antonio Reyes.
Estos bienes tienen un valor de 1.720.000 euros y tendrían un impago acumulado de 360.000 euros que con intereses se iría a 550.000. La situación para la familia es complicada y por eso tienen que subastarlo para poder pagar el dinero que se debe. Recordemos que José Antonio era padre de tres hijos, todos ellos menores de edad y habrá que esperar si estos pueden o no disfrutar de la herencia de su padre.