Mbappé arrasa a nivel de salarios: 37 millones más que Benzema, y 20 más que Cristiano

La renovación de Mbappé va a traer consigo que el delantero francés se convierta en el jugador mejor pagado del planeta. El PSG se gastará 100 millones de euros al año para que el jugador galo pueda embolsarse, limpios, 50 'kilos' por cada una de las temporadas que pase en París. El sueldo da solo miedo verlo para cualquier mortal, pero es que hasta comparado con el de otros cracks mundiales, sigue siendo una cantidad de otra galaxia.

¿Cuánto cobrará Mbappé en el PSG?

Aunque el contrato de Mbappé está muy bien guardado, el sueldo del delantero francés es de lo primero que se ha podido saber. El ex del Mónaco ganará 50 millones netos por temporada, sin contar la prima de renovación de más de 100 'kilos' que se meterá en el bolsillo. Una ficha que le convierte en el futbolista mejor pagado del panorama internacional. Y además, con bastante diferencia sobre el resto.

¿Cuánto ganan Messi o Cristiano Ronaldo?

Mbappé está llamado a ser el heredero de Messi y Cristiano Ronaldo sobre el campo, pero también a nivel de salarios. El crack argentino percibirá la próxima temporada 40 millones limpios, en el caso del delantero portugués, a expensas todavía de lo que pueda pasar con su futuro, se mete en el bolsillo 30 'kilos' por temporada. La comparación es mayor aún si nos vamos al Real Madrid, donde Benzema cobra 13 millones 'limpios por temporada'... ¡27 menos que su 'amigo' Mbappé!

El síndrome Mbappé

 En el mundo debe haber, como mínimo, media docena de delanteros tan buenos como Mbappé. Alguno, incluso, mejor si cabe. Lamentablemente, ni unos céntimos de las fortunas que se gastan los grandes equipos en fichar jugadores afamados, algunos de ellos verdaderos paquetes, se emplean en contratar buenos ojeadores. De tenerlos en nómina, detectarían a esos Mbappés desconocidos y se harían con ellos por dos perras gordas.

Si el fútbol no fuera una cosa a la que ha podrido el dinero, ni Mbappé seguiría, por muchos millones que le dieran, en un equipo que no va a ganar nunca ni a tiros la Copa de Europa, ni los madridistas, con Florentino Pérez a la cabeza, se habrían llevado un disgusto tan monstruoso. Es más; éste último no se habría fiado de los sueños infantiles y de las vagas promesas de un chico que termina haciendo lo que quiere su madre, ni habría hipotecado el inmediato futuro deportivo del club al circunscribirlo exclusivamente a la llegada del muchacho, como si un equipo en la cancha fuera uno, y no once. Pero el fútbol es hoy lo que es, y quien no sepa lo que es, no tiene más que echar un vistazo a los jeques esos, o al tal Rubiales, o al propio Florentino, para hacerse una idea.