Duele mucho ver a una leyenda como Roger Federer recibir un rosco en su propia casa. No, no es inglés, pero el suizo ha hecho del All England Club de Londres su casa y sobre la misma hierba donde ha levantado ocho títulos de Wimbledon cayó ante el polaco Hubert Hurkacz en cuartos de final.

El partido, hasta el tercer set, estuvo igualado, pero acabó como nadie quería en la pista central. Cada punto de Roger Federer era una explosión de júbilo y, al perder, se retiró a vestuarios bajo una atronadora ovación de la que participó el propio Hurkacz.

La duda es: ¿Es esta la última ovación para el suizo en Londres? Ni el mismo lo tiene claro. "Con mi edad nunca sabes lo que va a pasar. Después de Wimbledon necesitamos sentarnos y hablar de la situación y así decidir", aseguró en rueda de prensa.

Y es que el tenista más laureado de la historia junto a Rafa Nadal (20 Grand Slam) no tiene muy claro su futuro. Cumplirá 40 años esta misma temporada y la edad comienza a pesar. No ha confirmado su presencia o ausencia en los Juegos Olímpicos, aunque sí ha negado su retirada.