A sus 37 años, Roger Federer, el tenista mejor pagado de la historia, se muestra tan ágil como hace dos décadas, momento en el que comenzó a competir de manera profesional y su dieta tiene mucho que ver en su forma física. El actual número 3 del mundo, solo superado por Nadal y Djokovic, está inmerso en la competición de Roland Garros con la meta de conseguir su segunda copa en París.
El medio Business Inside ha recopilado la información sobre cómo podría ser el menú de un día cualquiera en la vida del tenista. Para comenzar, al multimillonario suizo le gusta despertarse llenando su estómago con un gofre con mermelada acompañado por un zumo natural y café.
El jugador es un apasionado de la pasta y la comida italiana llegando a revelar que antes de que cada partido tiene el ritual de comerse una ración de este plato. ""Dos horas antes de cada partido como pasta con una salsa ligera… Lo he estado haciendo durante 20 años", afirmó en una entrevista.
Cuando el jugador se encuentra inmerso en competiciones, durante los entrenamientos apela a reponer fuerzas con frutas, siendo el plátano su favorita, barritas energéticas y bebidas isotónicas. Además, Federer no ha querido renunciar a los pequeños placeres del paladar como lo son el chocolate, las golosinas o las galletas.
"Soy un amante de los restaurantes italianos, japoneses e indios para salir a cenar, además me gusta comer helado de postre, me gusta mi chocolate y no me siento mal por eso. Puedo hacerlo y jugar al tenis al mismo tiempo", recalcó el suizo.
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