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Nadal es un superpapá: se lleva a su hijo al torneo al Torneo de Maestros para verlo crecer

Rafa Nadal ya ha llegado a Turín para competir en las finales de la ATP, torneo que dará comienzo este domingo 13 de noviembre. Ahora bien, el de Manacor no ha viajado sólo y con él ha traído a alguien que seguro le servirá de apoyo emocional.

El número 2 del mundo contará con la presencia de su hijo a lo largo del campeonato, siendo esta la primera vez que el pequeño Rafael va a ver jugar a su padre.

En su primer partido se enfrentará al estadounidense Taylor Fritz, precisamente en el domingo en el que se inauguran las finales. Nadal asegura que se ve con posibilidades de ganar, ya que sino ni siquiera estarías dispuesto a participar.

"Nunca sabes lo que pueda pasar. Estoy aquí para conseguir el mejor resultado posible sino no estaría aquí. No nos vamos a engañar, si no pensara que tuviera opciones de luchar por lo que he venido quizás estaría en otra parte. Tengo mis posibilidades, aunque en los últimos cinco meses he jugado poco”, ha subrayado el tenista mallorquín.

“Claro que es mejor llegar con confianza y con victorias. No hay un margen de partidos para ponerte en forma. Desde el primer día juegas con uno de los mejores”, ha añadido.

El de Manacor tiene una espinita clavada con el Torneo de Maestros, ya que, a pesar de haber participado en numerosas ocasiones, nunca ha tenido la oportunidad de coronarse como mejor jugador.

"Me ha faltado ser mejor jugador. Ser mejor en pista cubierta. Esta es la realidad del deporte. Me he clasificado 17 veces, pero no he estado las 17 veces competitivo. Históricamente la pista cubierta ha sido la peor superficie para mí, pero sí que es cierto que en los últimos años creo que he mejorado de una manera importante en esta superficie”, ha explicado Nadal.

Problemas de salud durante el Masters 1000 Paris

A algunos pudo sorprender el bajón de rendimiento de Nadal durante su partido contra Tommy Paul. A pesar de haber dominado en el primer set, no pudo con un Paul que dominó por completo durante el último set.

Ahora, el mallorquín ha desvelado los motivos. Estuvo malo de la tripa y con vómitos justo antes del partido y, aunque empezó el encuentro sintiéndose bien, el dolor de estómago fue yendo a peor a medida que avanzaba el juego.

"En París llevaba mucho tiempo sin competir y tuve un pequeño problema en el estómago. Estaba con vómitos, al final del tercer set me sentí fatal del estómago. No dije nada en ese momento porque no daba lugar. Estuve un día malito y después ya pude volver a entrenar normalmente", ha argumentado el de Manacor.