La Sala Penal del Supremo ha confirmado la condena a 21 meses de prisión impuesta a Leo Messi por haber defraudado 4,1 millones a Hacienda en tres delitos fiscales. De este modo ha desestimado en su integridad el recurso de casación que el jugador interpuso contra la sentencia dictada el pasado 5 de julio por la Audiencia Provincial de Barcelona.
Por su parte, este mismo Supremo ha rebajado de 21 a 15 meses de cárcel a Jorge Messi, padre del futbolista, como cooperador necesario en la defraudación fiscal. Messi dejó de pagar a la Hacienda española un total de 4,1 millones de euros correspondientes a los IRPF de 2007, 2008 y 2009.
El tribunal de instancia consideró probado que desde el año 2005, el delantero del Barça ocultó ingresos procedentes por los derechos de imagen bajo una falsa cesión de los mismos a sociedades en paraísos fiscales.
La defensa del delantero argentino
La línea de defensa que mantuvieron los abogados de Messi durante todo el proceso, incluido el juicio, fue que el jugador desconocía por completo las gestiones que se hacían de sus derechos de imagen, pues él sólo jugaba al fútbol y nunca preguntaba a su padre porque se fiaba de él.
Sin embargo, y al igual que ya destacó la Audiencia de Barcelona en su sentencia de julio del año pasado, la Sala Segunda del Supremo entiende que el delantero conocía inequívocamente su obligación de tributar los ingresos obtenidos por la explotación de sus derechos de imagen.
Todos los magistrados de la Sala han estado de acuerdo en la culpabilidad de Messi y su padre y han descartado la estrategia de la defensa. El único punto en el que ha existido controversia ha sido en relación con la posibilidad de considerar como continuado el delito fiscal.