Desde niños con sus padres, hasta leyendas del skate como Doc Caribbean, que a sus 65 años sigue patinando. Todos ellos se han concentrado en la Plaza de Cibeles para reivindicar su derechos a usar el monopatín en la calle. Pretenden que el Ayuntamiento de Madrid se de cuenta de que la prohibición de usar el monopatín en las calles afecta a un colectivo grande y lo han conseguido. Los skaters piden que se les equipare a otros colectivos como los ‘rollers’ o ‘bikers’ que, según el borrador de la nueva ordenanza municipal de movilidad sostenible, sí podrán seguir usando esos vehículos en la calle.
Zapatillas, sudaderas, gorras y cascos. Niños, jóvenes, adultos e, incluso, abuelos. Todos ellos con sus tablas y la firme convicción de que el skate es mucho más que un deporte. Así lo han demostrado formando un gran círculo en cuyo centro han planchado numerosos trucos. Aplausos, felicitaciones, reencuentros y presentaciones. Una cultura, una forma de vida y un medio de transporte que, según reivindican, no puede quedar recluido en los skateparks.
“Sería como equiparar el skate con el tiro con arco. Solo podríamos usar la tabla en determinadas instalaciones que, por otra parte, no tenemos”, asegura Sergio, skater de 23 años y uno de los organizadores de la concentración. Noah Alcalde, otro de los responsables que lleva patinando desde hace 16 años, insiste en esa falta de skateparks: “Solo hay uno en condiciones, el de Madrid Río y está ‘petado’, casi no se puede patinar. Si quieres delimitar el monopatín a un uso deportivo, tendrás que tener esas instalaciones. Aunque esta ordenanza saliera adelante y nos obligase a patinar en un skatepark, no cabríamos todos, es imposible”.
La falta de instalaciones no es la única razón que alegan para que el Ayuntamiento modifique ese primer borrador. Al grito de “Skate es deporte y medio de transporte” o “Carmena patina que no contamina” destacan su importancia como medio de transporte sostenible. Rodrigo Martínez, más conocido como Toti Bicicleta, explica que la gran mayoría de skaters utilizan la tabla para moverse por la ciudad y solo una minoría acude a los skateparks. “Más de la mitad de los skaters que hay aquí es gente que lo usa para moverse por la calle de manera sostenible”.
Son conscientes de que no es fácil regularlo, pero están dispuestos a dialogar y buscar la mejor solución para todos. “Queremos movernos por Madrid con el skate sin molestar al peatón. Buscaremos llegar a un consenso, pero siempre que nos permitan circular con el skate”, afirma Sergio Fernández, director de la escuela de skate Entabla.
Otra de las razones que defienden es que el skate, además de deporte y medio de transporte, es un medio socializador que traspasa generaciones. Ejemplo de ello es la propia concentración. En ella han coincidido grandes leyendas con futuras promesas. José Antonio Muñoz, más conocido como Doc caribbean, fundador en 1975 de la tienda de skate Caribbean (la primera de España) y skater desde los 10 años, sigue disfrutando de su mayor pasión a sus 65 años. Mario, de 11 años, hace dos que descubrió el skate, pero su habilidad sobre la tabla promete. El pequeño, acompañado de su madre, acudió a la concentración por un motivo muy claro: “No me parece bien que vayan a prohibir patinar por la calle. A mí me gusta salir a patinar con mis amigos y utilizo el skate para ir a algunos sitios”.
Casi hora y media de compañerismo, unión y sentimiento de comunidad. Skate puro y duro para demostrar al Ayuntamiento de Madrid que son una familia que no se va cansar de luchar por defender sus derechos. Están dispuestos a respetar las normas, pero necesitan seguir patinando por las calles de la capital madrileña y piden un marco de consenso para no quedar marginados.