Ronaldinho ya puede respirar tranquilo. Al menos, de momento. La Fiscalía de Paraguay ha decidido no imputar ni al exjugador brasileño ni a su hermano porque creen que fueron engañados y que no actuaron con mala fe tras la falsificación del pasaporte.
En cambio, sí ha decidido imputar a tres personas, un empresario brasileño y otras dos mujeres parguayas que retiraron las documentaciones a principios de 2020.
No obstante, la última palabra la tiene el juez, que determinará si el jugador y su hermano tendrán algún tipo de castigo que podría ser un trabajo comunitario o una multa.
Lo chocante del caso es que, cuando decidieron no imputar al brasileño, empleados de la Fiscalía de Asunción aprovecharon a hacerse un selfie con él y con el comisario principal Miguel López Russo. Un hecho que no ha sentado nada bien por el gesto frívolo en un momento delicado.