Ronaldinho le debe 9.5 millones de reales (2.25 millones de euros) al estado brasileño tras no pagar diferentes multas ambientales. Además, el ex del Barcelona también debería 7.8 millones de reales (1.85 millones de euros) de otras deudas.
Por eso, una corte brasileña le ha confiscado sus pasaportes, el brasileño y el español, y le ha prohibido la venta de 57 propiedades, según el periódico brasileño Folha de São Paulo.
Ronaldinho habría intentado recuperar su pasaporte español el pasado mes de julio, razonando que no es un documento brasileño y que por tanto sería “ilegal” retenerlo.
Este procedimiento legal lleva en curso desde el 2012, cuando una juez de Porto Alegre determinó que Ronaldinho debía destruir un trapiche que había construido cerca del Río Guaíba. El brasileño no cumplió con lo que se le pedía y, desde ese momento, ha ido creciendo su multa medioambiental.