El partido iba a comenzar muy de cara para los intereses azulgranas. En el minuto 3, el conjunto dirigido por Ernesto Valverde, ya iba por delante. Leo Messi, quien sino, perforaba la meta del Slavia de Praga tras un error infantil en defensa aprovechando un pase de Arthur. Todo hacía indicar que asistiríamos a un festival goleador en la primera parte, pero no fue así.
Los locales, lejos de amedrentarse, se volcaron en ataque. Hasta tres paradones tuvo que hacer Ter Stegen para mantener a cero la portería. Suárez, Messi y Griezmann tuvieron oportunidad de aumentar la ventaja, pero la última del primer tiempo fue para el Slavia. Equipos a vestuarios y 0-1 en el marcador. Sensaciones de que el Barça tendría que trabajar para conseguir los tres puntos.
En el minuto 49, el Slavia encontraba el premio. El Barça dejaba dominar a los locales en área propia y lo acabó pagando. Jan Bořil marcaba gol y el equipo y la afición se venían arriba. Los azulgranas, totalmente desconectados del partido, quedaban a merced de los ataques del Slavia.
Sólo siete minutos después, los azulgranas recuperaban la ventaja. Gol de los locales en propia puerta en el que Luis Suárez tuvo mucho que ver. Los de Ernesto Valverde, respiraban. El resultado ya no se iba a mover más y los zulgranas se iban de vuelta a casa con los tres puntos en el bolsillo.