La imagen está dando la vuelta al mundo y se ha convertido en ejemplo de humildad, dedicación y amor. El objetivo más ansiado por cualquier boxeador es el cinturón de campeón del mundo. El británico Charlie Edwards logró el pasado alzarse con el título del Consejo Mundial de Boxeo en peso mosca contra el nicaragüense Cristofer Rosales.

Al terminar el combate Edwards acudió directamente a la zona en la que estaba su madre, que padece de cáncer. Pese encontrarse en plena lucha contra la enfermedad, la madre de Edwards decidió acudir a la velada en silla de ruedas para no perderse el momento más importante de la carrera de su hijo. Por eso, cuando le vio llegar recién proclamado campeón del mundo con el cinturón en la mano ninguno de los dos pudo contener las lágrimas. El preciado trofeo se lo entregó Edwards a su progenitora para que lo sostuviera en sus manos.