La Real Sociedad es el primer finalista de la Copa del Rey. Los donostiarras lucharan por un título tras 33 años sin saborear el éxito. Un gol de penalti de Oyarzabal, en el primer tiempo, les dio la victoria en su visita al Mirandés, equipo de Segunda división, en Anduva.
Los de Imanol Alguacil no dieron pie a la sorpresa y asaltaron el campo de Miranda de Ebro con un gol de Mikel Oyarzabal de penalti a cuatro minutos del descanso. La Real fue mejor y generó mucho peligro con el extremo internacional español y con Januzaj por la otra banda, mientras que los locales apenas se encontraron en su fútbol.
La Real, campeón del torneo en 1909 y 1987, buscará su tercer título 32 años después de la final que perdieron contra el Barça, ante el Athletic Club o el Granada en el Estadio de La Cartuja de Sevilla. Desde el 2-1 en la ida, la Real tenía en su mano el pase, que no vio peligrar, sin sufrir los peligros de Anduva.
Un campo invicto desde agosto, donde los de Andoni Iraola despacharon a tres Primeras en un juego eléctrico y efectivo. La Real evitó las contras del rival y Oyarzabal y Januzaj abrieron sendas autopistas. También Willian Jose, sorpresa en el once por Isak, probó con disparo desde la frontal cuando el cuadro local se estiró. A balón parado fue el peligro de un Mirandés que antes del descanso sufrió el mazazo por una mano de Malsa.
Con el gol de Oyarzabal se fueron al descanso y con un remate de Januzaj al larguero comenzó la segunda parte. Guridi tuvo una doble ocasión para los de Iraola pero la Real manejó mejor la posesión para tener un buen tramo tranquilo. A 20 minutos del final, el Mirandés comenzó a apretar, obligado a marcar para tener opciones y Matheus remató flojo de cabeza un centro de Franquesa.
Alguacil metió en el campo otra amenaza como Isak y el delantero sueco cumplió de entrada con una gran carrera que dejó la sentencia atrás para Oyarzabal. Odegaard y Merino entraron más en juego, en un dominio 'txuri urdin' que anuló la temible versión del Mirandés. Un equipo que volvió a demostrar ser copero, a las puertas de la final como en 2012, apretando en los últimos minutos.
Anduva llegó a sentir algo de épica con dos saques de esquina seguidos y un disparo de Barco que paró Remiro. El Mirandés apretó en busca del gol que pusiera nerviosa a la Real, pero se quedó en un sorbo de emoción para saborear la final. Los vascos se ven ya el 18 de abril peleando por la Copa en Sevilla, una temporada ya histórica que tiene además la liga a tiro de jugar la Champions.