La prórroga hizo aparecer a Oblak y Courtois, mientras que Valverde, elegido MVP de la final, sacrificó su expulsión para evitar un gol cantado de Álvaro Morata. El meta belga terminó siendo decisivo en los penaltis, donde Saúl y Thomas comenzaron fallando, mientras los blancos acertaban. Sergio Ramos hizo el definitivo 4-1 que dio la undécima Supercopa nacional a España, la primera en su formato de 'final a cuatro' con escenario el último día para los dos invitados y, como el año pasado, lejos de casa.
Después de sufrir ante el Barça, pese al dulce desenlace, el Atleti se propuso atar en corto a un Madrid que tuvo una posesión poco atrevida y, cuando atacó, lo hizo por las bandas en parte obligado por el rival. Así se sintieron cómodos los del 'Cholo', aunque en el área de los blancos pasó también poco en el inicio.
Los primeros minutos de intensidad rojiblanca sirvieron al Atleti para alejar al Madrid de su portería. Morata ganó la línea de fondo, Casemiro probó desde lejos y Modric también. No hubo grandes ocasiones en 45 minutos, la mejor una de João Félix, sin paciencia ante el regalo de Ramos. Para el Madrid, la más clara fue un remate de Casemiro a saque de esquina antes del descanso.
Pareció terminar mejor el equipo de Zidane, con una posesión más cerca de la meta rival, pero con ese juego por bandas que no es casualidad contra el Atleti. Los del 'Cholo', como bien han perfeccionado ante el Barça, cierran bien los huecos y son fuertes en los centros. Así Mendy optó por buscar el lanzamiento tras varios balones sin rematador, sin sorprender a Oblak.
Tras el descanso de nuevo el inicio engañó al espectador, porque de la reanudación trepidante de Jovic se pasó al derbi literalmente del desierto. El Madrid tuvo dos buenas opciones con el delantero serbio, una carrera sin remate y un disparo cruzado pegado al palo a pase de Modric. El ariete blanco fue también protagonista, ya 20 minutos después, de la otra clara del Madrid.
Un centro que Valverde no supo rematar en boca de gol. La fórmula de Zidane de los cinco centrocampistas pasó por encima del Valencia en semifinales, pero en la final echaba de menos al lesionado Benzema. El técnico galo buscó soluciones en Rodrygo, como el 'Cholo' había hecho antes con Vitolo. El Atleti no tuvo un acercamiento a Courtois hasta un mano a mano de Morata.
Los de Simeone aceptaron el ritmo bajo, quizá temiendo el desgaste de su épica semifinal, pero a 10 minutos del final, el delantero madrileño, el mejor de los rojiblancos ante un Correa desaparecido y un João Félix desacertado, tuvo el gol. Trippier hizo de asistente, como en el córner posterior que puso a Giménez, alto por poco. El partido ganó en emoción, pero pensando ya en la prórroga, nadie quiso dejar su mal recuerdo en Arabia.
Rodrygo pudo dar antes el título a los blancos, con un remate que le salió centrado, pero llegaron 30 minutos más en Yeda. El Atleti sorprendió fresco de piernas, con buenas salidas y más conducción que en la segunda parte. Vitolo llegó al área pero muy apretado por Ramos y Giménez volvió a tenerla en un córner. Oblak sacó su ración de trabajo con una doble intervención a Modric y Mariano, pero Courtois le siguió sujetando al Madrid.
Ahí, aunque de manera violenta, Valverde fue también clave, impidiendo el mano a mano de Morata. Correa y Mendy sin querer también calentaron los guantes de un Courtois que voló para detener el penalti de Thomas. Era el segundo errado de dos para el Atleti. Carvajal, Rodrygo y Modric los clavaron y Ramos, sin Panenka, terminó con esta Supercopa en Arabia que mantiene el idilio del Madrid de Zidane con las finales, 10 ganadas, invicto con un título en juego.